Todos los reactores en Suiza seguirán operativos mientras se consideren seguros, informa Bloomberg.
Suiza tiene la intención de mantener operativas sus plantas de energía nuclear durante más tiempo de lo planeado anteriormente en medio de temores de escasez de electricidad, lo que refleja una tendencia entre otros países europeos a ampliar el uso de la energía atómica, informó Bloomberg esta semana, citando a importantes empresas de servicios públicos suizas.
El país tiene cuatro reactores nucleares, que generan hasta el 40% de su electricidad, según la Asociación Nuclear Mundial. En 2017, Suiza decidió eliminar gradualmente la energía nuclear, pero no ha fijado una fecha límite para cerrar las plantas, dejando a los operadores su funcionamiento, siempre que se consideren seguras.
La crisis energética y la preocupación por garantizar un suministro estable de electricidad llevaron a las empresas suizas a ampliar la vida útil de los reactores. Las grandes empresas de servicios públicos Axpo Holding y Alpiq Holding ya han aumentado el uso planificado de sus plantas de energía nuclear a 60 años desde un objetivo anterior de 50 años, lo que las haría funcionar hasta aproximadamente 2040, dijeron a Bloomberg portavoces de las compañías.
Alpiq incluso está considerando una extensión de hasta 80 años y está evaluando cómo la medida afectaría la seguridad, las inversiones y la rentabilidad, dijo el medio.
La decisión refleja una tendencia más amplia en toda la UE: Francia, Bélgica y Finlandia también están trabajando para prolongar la vida útil de sus reactores, ya que anticipan una creciente demanda de electricidad en medio de la insuficiencia de fuentes de energía renovables.
Alemania, sin embargo, cerró sus últimas centrales nucleares en abril en favor de la energía renovable, poniendo fin a más de seis décadas de uso comercial de la energía nuclear.
La decisión ha provocado escasez de electricidad y ha obligado a la mayor economía de la UE a aumentar las importaciones de electricidad producida por las instalaciones nucleares francesas y las plantas de carbón en la República Checa.