Las autoridades detienen al principal asesor del primer ministro y también registran a los Ministerios de Medio Ambiente e Infraestructura en una investigación de corrupción.
La policía portuguesa allanó el martes la residencia oficial del primer ministro António Costa y detuvo a su jefe de gabinete, Vítor Escária, como parte de una investigación por corrupción.
La investigación está vinculada a proyectos de exploración de litio en el norte del país y a un megaproyecto de hidrógeno verde en Sines.
Continúan los registros policiales en la residencia del primer ministro y en los Ministerios de Medio Ambiente e Infraestructura. Además de Escária, también han sido detenidos el asesor personal de Costa, Diogo Lacerda, uno de los confidentes más cercanos del primer ministro, y Nuno Mascarenhas, el alcalde socialista de Sines.
El gobierno socialista de Costa ha respaldado con entusiasmo numerosos planes para extraer litio en diferentes áreas de Portugal como parte de la campaña más amplia de la UE para asegurar materias primas críticas, pero esos proyectos se han visto envueltos en controversia debido a la baja calidad de los elementos que se extraerán y el desproporcionado daño ambiental que se espera de las operaciones.
El ejecutivo del primer ministro también ha apostado fuerte por un centro de producción de hidrógeno verde en el puerto de Sines, un proyecto que se financia con miles de millones de euros de fondos de innovación de la UE .
La agencia de noticias portuguesa Lusa informó que Costa se reunió con el presidente portugués Marcelo Rebelo de Sousa poco después de que comenzaran las redadas. Esa reunión ya concluyó, pero no se ha proporcionado a la prensa información sobre lo discutido.
Poco después de que Costa abandonara el palacio presidencial, la emisora estatal RTP informó que Rebelo de Sousa había citado a Lucília Gago, fiscal general de Portugal.
Costa ha sido primer ministro de Portugal desde 2015, cuando dirigió un gobierno minoritario respaldado por una coalición de fuerzas de izquierda y posteriormente supervisó un auge del turismo que impulsó la recuperación económica del país después de años de agitación financiera.
El primer ministro fue reelegido en 2019 y, más recientemente, en elecciones anticipadas celebradas en 2022, cuando su Partido Socialista obtuvo inesperadamente una mayoría absoluta de escaños en el parlamento portugués. A pesar de la magnitud de su victoria, el último gobierno de Costa se ha visto afectado por una serie constante de escándalos y en menos de dos años más de una docena de miembros de su ejecutivo han dimitido por diversas razones.
Aunque el presidente de Portugal ha criticado abiertamente al gobierno plagado de escándalos de Costa, se ha negado a disolver el parlamento y convocar nuevas elecciones, argumentando que la medida sería perturbadora en un momento en que el país está intentando distribuir los fondos de recuperación de la UE.
Inmediatamente después de las redadas policiales del martes, el grupo opositor de centroderecha Iniciativa Liberal pidió la dimisión de Costa y la disolución del parlamento si el primer ministro no se marcha por su cuenta.