El Alto Representante de Política Exterior de la UE, Josep Borrell, ha llamado a las partes enfrentadas en Etiopía a seguir dando pasos en materia de investigación y justicia un año después de que el Gobierno y el Frente Popular para la Liberación de Tigray (TPLF) firmasen un acuerdo de alto el fuego, teniendo en cuenta que se siguen produciendo “varios tipos de violaciones de Derechos Humanos”.
Borrell, que ha reiterado en un comunicado su apoyo a la labor de la Unión Africana, confía en que “todas las partes” conserven el “compromiso con la paz” esgrimido hace doce meses, ya que de ello depende seguir avanzando hacia la “normalización” de las relaciones. La UE planteó en abril de este año su disposición a un acercamiento “gradual”, con condiciones.
Borrell ha advertido de que, para esta normalización, son necesarios más pasos en materia de rendición de cuentas y que el Gobierno de Etiopía adapte sus políticas a los estándares internacionales de Derechos Humanos. Esto incluiría la creación de “mecanismos independientes, imparciales y transparentes” para poner en práctica una justicia transicional y preservar todas las pruebas.
El jefe de la diplomacia europea ve igualmente necesario que respetar a la población civil, cesar cualquier posible combate y avanzar en una hoja de ruta política, lo que pasa por un “diálogo inclusivo”. No en vano, Borrell ha reiterado “a todas las partes” sus “preocupaciones” por los posibles abusos que se siguen cometiendo, sin aludir a ningún actor en concreto.
Etiopía ha registrado en los últimos años una escalada de la violencia en varias regiones, si bien Tigray fue el principal foco de tensión. El conflicto en esta zona estalló en noviembre de 2020, después de que el TPLF atacase una base militar y el Gobierno central, liderado por el primer ministro, Abiy Ahmed, ordenase una intensa ofensiva militar.