El Kremlin ha rechazado una propuesta de Turquía de crear una alternativa a las Naciones Unidas.
Argumentando que el Consejo de Seguridad de la ONU “y estructuras internacionales similares son incapaces de resolver los problemas globales en su totalidad e incluso han comenzado a profundizarlos y conducir a crisis”, escribió el portavoz presidencial turco Fahrettin Altun, en un artículo con motivo del centenario de la fundación de la República Turca: que Turquía se estaba preparando para crear una nueva estructura internacional.
Sin embargo, las agencias de noticias informaron que el portavoz presidencial ruso, Dmitry Peskov, rechazó la propuesta durante una conferencia de prensa el 31 de octubre.
“Creemos que el sistema de la ONU, a pesar de su gran ineficiencia en cuestiones vitales de la agenda, sigue siendo el único e indiscutible mecanismo internacional”, dijo Peskov a los periodistas.
La propuesta turca “requeriría como mínimo un consenso internacional”, añadió.
Altun, en su comentario publicado en el sitio web del gobierno turco, dijo: “Está claro que es necesario establecer nuevas organizaciones internacionales, coherentes con el espíritu del nuevo siglo y la nueva era, teniendo en cuenta los nuevos equilibrios”.
“Turquía está haciendo preparativos para la nueva coyuntura internacional multidimensional y multiactor de acuerdo con el lema ‘El mundo es más grande que cinco’ declarado por nuestro presidente”, añadió.
“El mundo es más grande que cinco” es un lema que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha utilizado con frecuencia en sus llamados a reformar la ONU. Se refiere a los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU: Estados Unidos, China, Francia, Rusia y el Reino Unido.
La semana pasada, Erdogan criticó a la ONU por lo que dijo fue una falta de respuesta adecuada a las miles de muertes de civiles causadas por los bombardeos y el asedio de Israel a la Franja de Gaza en respuesta a la masacre de israelíes de Hamas a principios de octubre. Sin embargo, si bien Erdogan, como es habitual, ha lanzado mucha retórica airada sobre el tema, está claro que hay muchos críticos palestinos que desean ver más acciones y menos palabras por parte de Ankara.
En septiembre, Erdogan dijo que el Consejo de Seguridad de la ONU “ya no era el garante de la seguridad internacional”. Argumentando que se ha convertido en un campo de batalla donde chocan las estrategias políticas de cinco países”, añadió: “Debemos reestructurar inmediatamente las instituciones bajo el techo de la ONU responsables de garantizar la paz, la seguridad y el bienestar mundiales. Debemos construir una arquitectura de gobernanza global que sea capaz de representar todos los orígenes, creencias y culturas del mundo.”
En un análisis del grupo de expertos Carnegie Endowment publicado el 31 de octubre, tres analistas (Christopher Chivvis, Alper Coskun y Beatrix Geaghan-Breiner) concluyen que Turquía, miembro de la OTAN, quiere mantener su independencia estratégica trabajando con Rusia y China incluso mientras mantiene sus vínculos con la UE. Oeste.
Encargado por Carnegie como parte de una serie de artículos en el marco de su American Statecraft Program, el análisis observa que Turquía aplica una “política exterior de 360 grados”. El enfoque, dice, “da prioridad a la flexibilidad y la independencia estratégica, con el objetivo de regenerar el papel histórico de Türkiye como gran potencia mundial. Éste fue sin duda uno de los cálculos que llevaron a Ankara a distinguirse de Occidente en su dura crítica a las acciones de represalia de Israel en Gaza”.
Observando que Erdogan dijo recientemente que confía tanto en los rusos como en Occidente, el artículo continúa: “El jefe de inteligencia turco, Ibrahim Kalin, ha dicho que Türkiye no equipara el compromiso con el Kremlin con la aprobación de las acciones rusas. Pero Kalin también dijo que Türkiye no ve a Rusia como una amenaza. “El hecho de que seamos miembro de la OTAN, de que seamos parte de la alianza occidental, no nos impide tener una buena relación”, afirmó Kalin.
Después de señalar que los esfuerzos de Washington por aprovechar los puntos de tensión para convertirlos en una política turca más dura hacia China han fracasado en gran medida, el análisis concluye: “Ankara valora las alternativas a las organizaciones internacionales dominadas por Occidente. A diferencia de otras naciones de la OTAN, Türkiye ha expresado interés en unirse tanto a la Organización de Cooperación de Shanghai [SCO] como al grupo BRICS. Ankara ve estos grupos como vehículos para amplificar la influencia turca en el escenario mundial y construir alternativas al sistema actual.
“Como muchas otras potencias emergentes, Türkiye busca un camino intermedio con una política exterior flexible. Ankara sueña con volver a convertirse en un centro de poder global y buscará aprovechar la competencia estratégica para crear espacio para su regreso al escenario mundial. Es poco probable que se vuelva contra Beijing, pero buscará profundizar las relaciones con Estados Unidos cuando pueda, dejando al mismo tiempo suficiente espacio para adaptarse a las cambiantes circunstancias geopolíticas”.