La política antiinmigración de Pakistán, que se dirige a todos los extranjeros indocumentados o no registrados en el país, ha sido criticada por agencias de la ONU y grupos de derechos humanos.
Pakistán está a punto de comenzar sus esfuerzos para expulsar a 1,7 millones de inmigrantes – muchos de ellos afganos que huyeron de los talibanes – a pesar de las críticas de los grupos de derechos humanos.
Miles de afganos que viven en Pakistán se apresuraron a llegar a la frontera en camiones y autobuses antes de la fecha límite del miércoles impuesta por el gobierno para que los extranjeros indocumentados o no registrados abandonaran el país.
La política antiinmigrantes fue anunciada el mes pasado por el gobierno interino de Pakistán, que ha amenazado con arrestar, detener y deportar a quienes no se vayan voluntariamente.
Islamabad ha culpado a los inmigrantes afganos del aumento de los ataques armados, principalmente en las provincias del noroeste de Khyber Pakhtunkhwa y del suroeste de Baluchistán, fronterizas con Afganistán.
El gobierno también ha acusado a Kabul de hacer la vista gorda ante los militantes aliados de los talibanes que encuentran refugio en Afganistán , desde donde van y vienen a través de la frontera compartida de 1.600 millas entre los dos países para perpetrar ataques en Pakistán, una acusación que los talibanes han denegado.
Sin embargo, la medida de expulsar a los inmigrantes ha sido fuertemente criticada por agencias de la ONU y grupos de derechos humanos, así como por la administración liderada por los talibanes en Afganistán.
El gobierno dice que más de cuatro millones de extranjeros viven en Pakistán, la gran mayoría de ellos afganos que buscaron refugio durante las últimas cuatro décadas.
De ellos, entre 600.000 y 800.000 emigraron durante o después de que los talibanes recuperaron el poder en 2021, según el Ministerio del Interior de Pakistán.
Afirma que hay alrededor de 1,7 millones de inmigrantes indocumentados en Pakistán, y a todos se les ha dicho que abandonen el país antes del 1 de noviembre.
La operación sería “larga y gradual”, dijo Sarfraz Bugti, ministro interino del Interior de Pakistán, en un comunicado en vídeo difundido el martes. No dio más detalles sobre el plazo.
Bugti negó que los refugiados estuvieran siendo deportados y dijo: “Sólo aquellos que son completamente ilegales saldrán de Pakistán”.
Sin embargo, la agencia de la ONU para los refugiados en Pakistán instó al gobierno a proteger a quienes corren riesgo de persecución.
“Estamos pidiendo al gobierno que elabore un sistema integral y… un mecanismo para gestionar y registrar a las personas en riesgo inmediato de persecución si se ven obligadas a regresar”, dijo Qaiser Khan Afridi, portavoz de la agencia, a la agencia de noticias Reuters.
“No pueden regresar, no pueden regresar a Afganistán porque su libertad o su vida podrían estar en riesgo”.
Más de 200.000 afganos han regresado a sus hogares desde que se anunció la política, según el gobierno de Pakistán, mientras que los talibanes dicen que alrededor de 60.000 ciudadanos afganos han cruzado la frontera.
Más personas se han dirigido allí hoy antes de la fecha límite, entre ellos Mohammad Amin, quien dijo que su padre llegó a Pakistán hace 40 años.
“Murió aquí. Mi madre también murió aquí y sus tumbas están en Pakistán”, dijo Amin, originario de la provincia de Nangarhar, en el este de Afganistán.
“Regresaremos hoy porque nunca intentamos registrarnos como refugiados en la agencia de refugiados de la ONU”, dijo el hombre de 52 años.
Otro ciudadano afgano que nació en Pakistán, se casó con una mujer paquistaní y crió a sus hijos nacidos en Pakistán en Karachi, pero no tiene documentos paquistaníes, dijo que él y su familia también cruzarán la frontera.
“Si no nos devolvieran, viviríamos aquí toda nuestra vida”, afirma este hombre de 35 años.