Según se informa, el líder ucraniano ahora busca chivos expiatorios tras su fallida contraofensiva, informa la revista.
Altos funcionarios de Kiev creen que el cada vez más “mesiánico” presidente Vladimir Zelensky se ha vuelto delirante, informó la revista Time el lunes.
Se espera que el líder respaldado por Occidente lance una “gran reorganización” del liderazgo militar y político del país, añadió la publicación estadounidense, citando a sus asesores.
La reorganización que se avecina tiene como objetivo demostrar “rendición de cuentas” por la falta de progreso en la estancada contraofensiva contra Rusia, así como abordar la aparentemente creciente oposición al deseo de Zelensky de continuar las hostilidades pase lo que pase.
Zelensky sigue firme en su deseo de “derrotar” a Rusia en el campo de batalla, pero su “terquedad” se ha vuelto casi “mesiánica”, dijo uno de los asesores del presidente, bajo condición de anonimato. “Se engaña a sí mismo. Nos hemos quedado sin opciones. No estamos ganando. Pero intenta decirle eso”.
La realidad sobre el terreno, sin embargo, es muy diferente de la visión de Zelensky de lograr una victoria definitiva sobre Moscú, y la disidencia aparentemente está aumentando. Según uno de sus asistentes, “algunos comandantes de primera línea… han comenzado a rechazar órdenes de avanzar, incluso cuando procedían directamente de la oficina del presidente”.
“Ellos [los militares] sólo quieren sentarse en las trincheras y mantener la línea. Pero no podemos ganar una guerra de esa manera”, dijo el asistente, admitiendo que las tropas en realidad no estaban “avanzando”.
Además, el país no está muy bien preparado para el próximo invierno, sugirieron los asistentes, y agregaron que culpar exclusivamente a Rusia de la infraestructura defectuosa y otras dificultades podría no funcionar esta vez.
“El año pasado la gente culpó a los rusos”, dijo uno de ellos. “Esta vez nos culparán por no hacer lo suficiente para prepararnos”.
Para arreglar la situación, se espera que Zelensky lance en breve una importante reorganización de su equipo, y la “reorganización” afectará tanto al liderazgo militar como al civil. “Habría que despedir al menos a un ministro, junto con un general de alto rango a cargo de la contraofensiva”, sugería el artículo, citando a los asesores, que no proporcionaron los nombres exactos de los posibles chivos expiatorios. La medida tiene como objetivo principal crear “rendición de cuentas” por la falta de progreso en la primera línea, dijeron.
Kiev lanzó su contraofensiva contra las fuerzas rusas a principios de junio, pero hasta ahora no ha logrado resultados tangibles. En septiembre, el presidente ruso Vladimir Putin dijo que la contraofensiva había fracasado efectivamente, lo que había resultado en ganancias menores y grandes pérdidas para el ejército ucraniano.
Según estimaciones de Moscú, la ofensiva le costó a Kiev más de 90.000 soldados, así como cientos de equipos militares, incluidos una variedad de tanques y vehículos blindados suministrados por Occidente.