La potencia industrial de la eurozona ha seguido debilitándose, según muestran datos oficiales.
El PIB de Alemania cayó un 0,1% en el tercer trimestre respecto a los tres meses anteriores, informó el lunes la Oficina Federal de Estadística, citando un poder adquisitivo débil y tasas de interés más altas.
Según el informe, el consumo de los hogares ha disminuido a medida que la alta inflación continúa socavando el poder adquisitivo de los consumidores.
La oficina de estadísticas, sin embargo, ha revisado la cifra para el segundo trimestre a una modesta expansión del 0,1%, desde el estancamiento. La cifra del primer trimestre fue revisada a estancamiento, desde una contracción anterior que había llevado a la economía a la recesión.
La mayor economía de la UE ha estado lidiando con desafíos en su sector manufacturero debido a los mayores costos de la energía. Oficialmente cayó en una recesión técnica en el primer trimestre del año cuando el crecimiento del PIB se revisó del 0 al -0,3%. Una recesión se define como dos trimestres consecutivos de contracción del PIB.
El Fondo Monetario Internacional pronosticó recientemente que la mayoría de las principales economías del mundo crecerán este año, excepto Alemania. El FMI citó el debilitamiento del comercio mundial y el aumento vertiginoso de los precios de la energía como las razones clave detrás de la caída proyectada.
El mes pasado, el director general del Deutsche Bank, Christian Sewing, advirtió que la atribulada economía alemana podría volver a ser llamada el “hombre enfermo de Europa” si no se abordan inmediatamente los problemas estructurales.