Funcionarios de salud pública de Canadá solicitaron hoy apoyo gubernamental por la crisis de salud mental que padecen miembros de las poblaciones originarias del país.
Varias Primeras Naciones del Norte declararon estado de emergencia, en septiembre, después de analizar datos que muestran un aumento alarmante de las autolesiones.
El jefe de la Primera Nación de Cat Lake, Russell Wesley, señaló que de las 500 personas que viven en su comunidad, 36 han muerto desde julio de 2020 principalmente por suicidios y sobredosis de drogas.
«El sistema de atención médica le está fallando a nuestra gente», dijo Wesley.
Mientras, Caroline Lidstone-Jones, directora ejecutiva del Consejo Indígena de Atención Primaria de Salud, propuso la creación de un centro de atención de salud integrado diseñado y controlado por las Primeras Naciones.
Por su parte, la Autoridad Sanitaria de las Primeras Naciones Sioux Lookout y el Consejo Indígena de Atención Primaria de Salud pidieron a la provincia reconocer el colonialismo como un determinante general de la salud.
«Es importante que el gobierno reconozca que el colonialismo está vivo y coleando y que daña a la gente», afirmó el nuevo líder adjunto demócrata, Sol Mamakwa.
Las prácticas coloniales son la razón subyacente de la pobreza, el hacinamiento en las viviendas, la falta de educación y el acceso desigual a los servicios de salud en las Primeras Naciones de la zona, según expertos.
Sin embargo, el líder de la Cámara de Gobierno, Paul Calandra, expresó que no apoyaría la moción.
«Puedo confirmarle al miembro que no apoyaremos esta moción. Continuaremos redoblando nuestros esfuerzos para mejorar la atención médica para todos los habitantes, incluidos los socios indígenas», agregó.