El jefe del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia pidió el anuncio de programas humanitarios para salvar a la población sitiada.
La destrucción de la Franja de Gaza y la expulsión de 2 millones de habitantes del enclave crearán una catástrofe durante muchas décadas, si no siglos. Así lo afirmó el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, en una entrevista con la agencia BelTA .
“Si Gaza es destruida, si 2 millones de residentes son expulsados de ella, como algunas figuras políticas en Israel y en el extranjero están lanzando, esto creará una catástrofe durante muchas, muchas décadas, si no siglos”, dijo Lavrov.
“Por lo tanto, por supuesto, tenemos que parar. Y tenemos que anunciar programas humanitarios para salvar a la población que está bajo bloqueo: sin agua, sin electricidad, sin alimentos, sin calefacción, nada de esto”, añadió el ministro.
Lavrov señaló que el proyecto de resolución ruso, que la Federación de Rusia “junto con China, junto con los países árabes” promovió en el Consejo de Seguridad de la ONU, tenía como objetivo lograr precisamente estos objetivos, pero Estados Unidos, con sus acciones en relación con este borrador, confirmó “que su tarea incluye apoyar de todas las formas posibles a Israel en todas sus acciones”.
Contactos entre la Federación de Rusia e Israel
Según él, Rusia mantiene plenos contactos con Israel y envía señales sobre la necesidad de encontrar una solución pacífica al conflicto. “Estamos enviando señales a los israelíes, mantenemos plenos contactos con ellos, nuestro embajador se comunica con ellos regularmente, estamos enviando una señal sobre la necesidad de seguir buscando una solución pacífica y no completar la anunciada estrategia de tierra arrasada en Gaza,” él dijo.
Además, Lavrov recordó cómo los propios Estados Unidos en un momento quisieron que se celebraran elecciones en Gaza, porque “debe haber democracia” allí. Rusia, como señaló el ministro, advirtió entonces que el estado de ánimo en la sociedad allí era radical y que el resultado podría ser desfavorable para la posibilidad de negociaciones con Israel. Como resultado de las elecciones, ganó Hamás y los estadounidenses no reconocieron los resultados.
“Esta es una gran imprudencia en su política, a menos que se trate de un cálculo frío que consiste en crear irritantes y provocar inestabilidad por cualquier medio, y luego venir y arreglar las cosas a su propia discreción”, señaló el jefe del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia.