Los líderes árabes han instado a un alto el fuego para detener los combates entre Israel y Hamás.
Arabia Saudita ha expresado su grave preocupación a los funcionarios estadounidenses por el inminente ataque terrestre de Israel a Gaza, diciendo que la incursión podría ser “catastrófica” para el Medio Oriente, según el New York Times.
Durante una reunión con legisladores estadounidenses en Riad la semana pasada, el príncipe heredero saudita Mohammed bin Salman advirtió que una invasión israelí de Gaza sería “extremadamente dañina” para la región en general, dijo al NYT el senador demócrata Richard Blumenthal.
“Los líderes sauditas tenían la esperanza de que se pudiera evitar una operación terrestre por razones de estabilidad así como por la pérdida de vidas”, dijo.
El senador republicano Lindsey Graham, que formó parte de la delegación estadounidense, añadió que el príncipe heredero buscaba evitar “un conflicto más largo y profundo” en Oriente Medio.
Bin Salman expresó temores similares directamente al presidente estadounidense Joe Biden cuando los dos líderes hablaron el miércoles, enfatizando la necesidad de evitar “una situación que afecte la seguridad y la estabilidad de la región”. Continuó pidiendo una “paz justa y completa” que garantice los “derechos legítimos” de los palestinos e instó a Israel a levantar su “asedio” a Gaza.
La Casa Blanca ha manifestado un fuerte apoyo a Israel desde un ataque mortal de Hamas a principios de este mes y respondió al aumento de las tensiones con despliegues militares en todo el Medio Oriente. Los funcionarios estadounidenses dicen que las medidas tenían como objetivo disuadir a actores externos de participar en la guerra de Gaza, señalando con frecuencia a Irán y grupos de milicias afiliados en Irak, Siria y el Líbano.
Durante su llamada con Bin Salman, Biden también habló de la necesidad de “evitar que el conflicto se expanda”, sugiriendo que “actores estatales y no estatales” buscarían involucrarse.
Otros líderes árabes se han hecho eco de las preocupaciones de Bin Salman en los últimos días. En la Cumbre por la Paz de El Cairo en Egipto el fin de semana pasado, el rey Abdullah de Jordania dijo que el mundo debe “trabajar urgentemente” para lograr un alto el fuego, advirtiendo sobre un “desastre humanitario que empujará a toda nuestra región al abismo”.
Aunque las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han retrasado hasta ahora un ataque terrestre a gran escala contra Gaza, el Ministro de Defensa, Yoav Gallant, ha esbozado un plan de tres etapas para eliminar a Hamás y establecer un nuevo “régimen de seguridad” en el territorio palestino, comenzando con ataques aéreos y seguidos de “maniobras” en tierra.
Las FDI han movilizado a 360.000 reservistas en preparación para el asalto y han atacado Gaza con ataques aéreos diarios durante casi tres semanas. Según funcionarios locales, más de 1.400 israelíes han muerto en el último episodio de violencia, además de más de 7.000 palestinos.