Los trabajadores de la central nuclear de Fukushima fueron enviados al hospital después de que les salpicara agua contaminada.
El incidente ocurrió el miércoles cuando cuatro trabajadores estaban limpiando una tubería en el Sistema Avanzado de Procesamiento de Líquidos. ALPS es una planta de filtración de aguas residuales que juega un papel clave en el tratamiento de las aguas residuales radiactivas acumuladas en la planta y su posterior vertido al mar. De repente, una manguera de drenaje se rompió durante el proceso de limpieza. Los trabajadores fueron salpicados con desechos líquidos contaminados, que no eran las aguas residuales que fluían dentro del sistema.
Los cuatro trabajadores llevaban máscaras protectoras y las pruebas mostraron que ninguno de ellos había sido contaminado con partículas radiactivas. Ninguno mostró problemas de salud, según el operador de la planta, Tokyo Electric Power Company Holdings o TEPCO. Un quinto trabajador, que también estaba realizando trabajos de limpieza, se encontraba ausente en el momento del accidente.
TEPCO inició el 24 de agosto el polémico vertido de aguas residuales de la central nuclear de Fukushima Daiichi, que sufrió un triple accidente tras el terremoto y tsunami de 2011. La descarga de aguas residuales, que se espera que continúe durante décadas, ha encontrado la oposición de grupos de pescadores y países vecinos, incluida China, que prohibieron inmediatamente las importaciones de todos los productos del mar japoneses.
Desde entonces, TEPCO ha completado los dos primeros ciclos de descarga según lo previsto. Ya están en marcha los preparativos para la tercera descarga, que comenzará a principios de noviembre. Junichi Matsumoto, ejecutivo de TEPCO a cargo de la descarga de aguas residuales tratadas, dijo a los periodistas que el accidente del miércoles no afectará los planes de descarga.
Después del accidente, dos de los cuatro trabajadores pudieron eliminar la contaminación hasta un nivel que les permitió abandonar la planta. Los otros dos, cuyo líquido empapó sus trajes protectores de doble capa y su ropa interior y no lograron reducir suficientemente los niveles de radiación, fueron llevados a un hospital para su posterior descontaminación y observación, dijo TEPCO.
La Agencia Internacional de Energía Atómica apoya la opinión de Tokio de que el agua liberada es inofensiva. Sin embargo, China y Rusia han criticado la liberación y prohibido las importaciones de productos del mar japoneses.
La liberación de agua, equivalente a 540 piscinas olímpicas, pretende dar paso a una tarea mucho más peligrosa: eliminar el combustible radiactivo y los desechos de los tres reactores afectados.