El presidente chino, Xi Jinping, advirtió contra la desvinculación de China al inaugurar el foro de la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI) en Beijing el miércoles, criticando los esfuerzos occidentales para reducir la dependencia de la economía china.
Xi también elogió su gran plan lanzado hace 10 años para construir infraestructura global y redes energéticas que conecten Asia con África y Europa a través de rutas terrestres y marítimas, diciendo que “los planos se convirtieron en proyectos reales”.
Al foro asistieron representantes de más de 130 países, en su mayoría del Sur Global, incluidos varios jefes de Estado, de los cuales el más destacado fue el “querido amigo” de Xi, el presidente ruso Vladimir Putin.
“Nos oponemos a las sanciones unilaterales, la coerción económica, el desacoplamiento y la interrupción de la cadena de suministro”, dijo Xi ante más de 1.000 delegados reunidos en una ornamentada sala de conferencias en el Gran Salón del Pueblo, al oeste de la Plaza de Tiananmen.
Putin y otros líderes extranjeros se sentaron con funcionarios chinos clave del Politburó de 25 miembros en la primera fila, mientras Xi pronunciaba sus comentarios de apertura.
Xi se opuso a los esfuerzos occidentales para reducir la dependencia de la economía china, diciendo que “nuestras vidas no serán mejores y nuestro desarrollo no será más rápido si consideramos el desarrollo de otros como una amenaza y la interdependencia económica como un riesgo”.
Reducir su dependencia de las cadenas de suministro con China se ha convertido en una máxima prioridad entre las economías occidentales a medida que las amenazas de Beijing a Taiwán aumentan los riesgos geopolíticos en Asia. Las perturbaciones comerciales de los años de la pandemia también han añadido urgencia al deseo de limitar su dependencia de China.
Aunque al principio la BRI se propuso conectar China con Europa occidental, faltaban figuras de alto nivel de la UE. El único jefe de Estado presente del bloque fue el presidente populista de Hungría, Viktor Orban. Otros asistentes notables fueron el ministro de Comercio de la administración talibán afgana, Haji Nooruddin Azizi.
“China tiene más interés en este momento en desarrollar Afganistán, por lo que estamos más comprometidos con China. Los chinos tienen más interés en los asuntos económicos, por eso estamos aquí”, dijo Azizi a un grupo de periodistas en la ceremonia.
Escepticismo occidental
El escepticismo occidental sobre los grandes planes de Xi surge de las sospechas sobre la forma en que extenderían la influencia global de China, dicen los analistas. En ocasiones, China se ha enfadado ante las críticas a la BRI, diciendo que conlleva prejuicios anti-chinos y un deseo de contener su ascenso, mientras pasa por alto lo que dice que son buenas intenciones genuinas.
En un discurso que siguió al de Xi, Putin elogió la BRI e invitó a la inversión global en la ruta del Mar del Norte que, según dijo, podría profundizar el comercio entre el este y el oeste. Varios funcionarios europeos abandonaron la sala cuando Putin subió al escenario.
Xi está haciendo que la Franja y la Ruta sea más pequeña y más ecológica, alejándose de proyectos costosos, como represas, hacia proyectos de alta tecnología, como las finanzas digitales y las plataformas de comercio electrónico.
El objetivo es ayudar a impulsar un orden mundial que sea multipolar y que dé al Sur Global más agencia, en lugar de uno dominado por Washington y sus aliados, dicen los analistas.