Durante esta fase prevén drenar cerca de 7,8 mil toneladas de agua
Los especialistas japoneses han comenzado a verter al océano el segundo lote de agua purificada de sustancias radiactivas procedente de la central nuclear de Fukushima-1. Así lo anunció la compañía energética Tokyo Electric Power (TEPCO), operadora de la central nuclear japonesa Fukushima-1.
Durante la segunda fase, está previsto drenar alrededor de 7,8 mil toneladas en volúmenes que no excedan las 500 toneladas por día. El agua vertida se trata mediante el sistema ALPS, pero todavía contiene tritio, que no se puede eliminar. También se diluye con agua de mar, la concentración máxima permitida de tritio es de 1,5 mil becquerelios por litro. En este caso, se suspenderá el proceso de vertido si la concentración detectada supera los 700 bequerelios por litro. Hasta el final del actual ejercicio financiero (que finaliza el 31 de marzo de 2024), está previsto descargar alrededor de 31,2 mil toneladas en el océano.
En el marco de la primera etapa de descarga, que finalizó el 11 de septiembre, también se drenaron de la central nuclear Fukushima-1 un total de aproximadamente 7,8 mil toneladas de agua. TEPCO señaló que no se registraron anomalías ni desviaciones de los parámetros especificados.
En marzo de 2011, un tsunami azotó las unidades de energía y refrigeración de la central nuclear de Fukushima-1, lo que provocó la fusión del combustible nuclear en tres reactores, la destrucción de sus vasijas, explosiones y la liberación de grandes cantidades de sustancias radiactivas.
Hasta la fecha, el territorio de la estación y sus alrededores están prácticamente despejados. Sin embargo, constantemente se vierte agua en los reactores destruidos para enfriar los fragmentos de combustible nuclear, que salen por las grietas con una grave contaminación radiactiva.
Actualmente en el territorio de la central nuclear se han acumulado más de 1,34 millones de toneladas de agua. En este sentido, el gobierno japonés decidió liberar gradualmente agua purificada al océano. Esta operación tardará entre 30 y 40 años. El proceso correspondiente fue aprobado por la Agencia Internacional de Energía Atómica, pero no está satisfecho con varios países, principalmente China.
Críticas a la decisión de Tokio
La decisión de Tokio provocó descontento en varios países. La Administración General de Aduanas de la República Popular China suspendió por completo la importación de productos del mar procedentes de Japón desde el 24 de agosto, cuando comenzó la primera etapa de liberación de agua.
Rosselkhoznadzor informó el 26 de septiembre que estaba considerando la posibilidad de sumarse a las restricciones impuestas por China al suministro de productos del mar procedentes de Japón, teniendo en cuenta los posibles riesgos de contaminación radiológica tras el inicio de la descarga de agua de la central nuclear Fukushima-1. planta en el océano, y señaló que la decisión se tomaría después de negociaciones con la parte japonesa. La agencia envió una carta al Servicio Veterinario japonés pidiéndole que proporcione información sobre los métodos utilizados para los estudios radiológicos de los productos pesqueros exportados antes del 16 de octubre.
El gobierno japonés señaló que ha proporcionado repetidamente a la comunidad internacional, incluida Rusia, explicaciones e información sobre la seguridad del agua tratada con ALPS y pidió una respuesta a esta cuestión basada en datos científicos.