El jefe de derechos humanos de la ONU pidió el jueves una acción inmediata contra la creciente profanación de lugares y símbolos religiosos en todo el mundo.
“La resolución 53/1 del Consejo de Derechos Humanos observó con profunda preocupación los crecientes incidentes de profanación de lugares de culto y símbolos religiosos en todo el mundo, y pidió medidas inmediatas para abordarlos”, dijo Volker Turk, alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, en su actualización verbal sobre los impulsores, las causas fundamentales y los impactos del odio religioso en los derechos humanos durante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra.
Señaló que en algunos países han persistido las quemas públicas del libro sagrado del Islam, el Corán, desde el debate urgente del consejo en julio.
“Quiero subrayar una vez más que rechazo firmemente estos actos irrespetuosos y ofensivos, especialmente aquellos que tienen el objetivo claro de provocar violencia y provocar división”.
Subrayó que actos de este tipo, que afectan profundamente a millones de personas, están afectando el núcleo de su identidad y sus valores.
Para abordar este problema, dijo Turk, se facilitará un amplio proceso de consulta con los estados y las partes interesadas.
Y añadió: “Espero que este proceso proporcione en última instancia un modelo para que los países adopten marcos legales y de aplicación de la ley y políticas sólidas para contrarrestar el flagelo del odio religioso – en línea con el derecho internacional de derechos humanos – y actuar rápidamente para garantizar la rendición de cuentas”.
El jefe de derechos humanos de la ONU también dijo que espera profundizar más en estos temas durante las dos próximas sesiones del consejo, incluida la presentación del informe de su oficina en junio próximo.