Las autoridades de Azerbaiyán han anunciado este jueves la detención del expresidente de la autoproclamada república de Nagorno Karabaj Arayik Haratiunián, quien ocupó el cargo desde 2020 hasta el 1 de septiembre, días antes de que Bakú se hiciera con el control del territorio tras una nueva ofensiva militar.
El Servicio Estatal de Seguridad ha indicado que Haratiunián “participó en la agresiva guerra contra el territorio de Azerbaiyán como el llamado ‘presidente de la república de Nagorno Karabaj’ y en otros cargos”, antes de acusarle de participar en “reclutamiento, entrenamiento y financiación de mercenarios”.
El organismo ha apuntado en un comunicado publicado en su página web que Haratiunián “fue responsable de la formación y organización de actividades de unidades armadas no contempladas por la legislación de Azerbaiyán” y ha dicho que estuvo implicado en “violaciones del Derecho Humanitario y las normas de los conflictos armados”.
Haratiunián es igualmente sospechoso de la colocación de minas antipersona en territorio de Azerbaiyán “con el objetivo de cometer actos terroristas”, así como de ataques contra zonas residenciales en la región de Karabaj, incidentes que se habrían saldado con la muerte de “numerosos civiles”.
En este sentido, ha hecho hincapié en que la detención ha tenido lugar en la ciudad de Stepanakert –conocida como Jankendi por Azerbaiyán y antigua capital de la autoproclamada república de Artsaj– y ha agregado que las investigaciones abiertas contra él siguen en marcha.
Las autoridades azeríes han tenido durante los últimos días a varios antiguos altos cargos de Artsaj, después de que el alto el fuego del 20 de septiembre derivara en su toma del control de la región, ahora en proceso de reintegración tras tres décadas bajo control de las autoridades separatistas.
Haratiunián fue primer ministro de Artsaj entre 2007 y 2017, fecha en la que este cargo fue abolido y pasó a ser ministro de Estado –un cargo equivalente– hasta junio de 2018. Posteriormente, fue nombrado presidente de la república en mayo de 2020 hasta su dimisión el 1 de septiembre ante la situación geopolítica actual a nivel regional e internacional.
Entonces, pidió disculpas públicamente al pueblo armenio por su “parte de culpa” en la guerra de 2020 con Azerbaiyán y reiteró que “tomó las medidas que estaban a su alcance” en aquel momento, al tiempo que denunció el bloqueo de Azerbaiyán en el corredor de Lachín, que conectaba el territorio con Armenia.
Tras su dimisión, fue sustituido por Samvel Shahramanián, si bien las autoridades de Artsaj anunciaron la semana pasada que, a raíz de la última ofensiva de Azerbaiyán y la toma del territorio por parte de Bakú, los organismos separatistas se disolverán el 1 de enero de 2024.
Nagorno Karabaj es un territorio de unos 4.400 kilómetros cuadrados en el Cáucaso Sur recuperado por Azerbaiyán en una ofensiva militar de apenas 24 horas iniciada el pasado 19 de septiembre, tras las guerras entre 1988 y 1994 y la de 2020. Más de 100.000 personas –de las 120.000 que vivían en la zona– han huido a Armenia desde entonces, lo que ha llevado a Ereván a denunciar una “limpieza étnica”.
El alto el fuego anunciado el 20 de septiembre tras la ofensiva, que dejó más de 200 fallecidos en Nagorno Karabaj y se saldó con la muerte de más de 190 militares azeríes, incluye el desarme de grupos armados, la retirada de militares armenios –si bien Ereván niega que estén desplegados en la zona – y la “reintegración” del territorio en Azerbaiyán, para la cual se han celebrado hasta ahora tres reuniones entre delegaciones de Azerbaiyán y de representantes armenios de la región.