El país no ha sido “invadido” por insectos chupadores de sangre, insistió el ministro de Sanidad, Aurelien Rousseau.
El Ministro de Salud francés, Aurelien Rousseau, instó al público a mantener la calma en medio de una aparente infestación de chinches en París. Mientras tanto, los legisladores franceses están preparando legislación para abordar el flagelo.
“No hay motivo para el pánico general, no estamos siendo invadidos por chinches”, dijo Rousseau el martes a la radio France Inter.
“Lo que me preocupa es que la gente no se deje engañar por empresas que les hacen pagar 2.000 o 3.000 euros (2.100 o 3.100 dólares)” para exterminar las chinches en sus casas, añadió, acusando a la industria del control de plagas de aprovechar el pánico.
Aunque las chinches habían desaparecido en gran medida en toda Europa occidental a mediados del siglo XX, han resurgido en París en los últimos años. Tras la observación de insectos en los trenes y metros de la ciudad en las últimas semanas, el ayuntamiento presentó una queja formal ante el gobierno francés la semana pasada, exigiéndole que tomara medidas para poner fin a la infestación.
“Esta es verdaderamente una emergencia nacional. Es un tema endémico en todos los lugares que reciben público”, afirmó el primer teniente de alcalde de París, Emmanuel Gregoire, afirmando que era particularmente importante abordar el problema de las chinches antes de los Juegos Olímpicos de París 2024.
El Ministro de Transportes, Clément Beaune, anunció la semana pasada que se reuniría con los operadores de transporte público para abordar el problema de las chinches.
El jefe del partido Renacimiento del presidente Emmanuel Macron en la Asamblea Nacional francesa, Sylvain Maillard, dijo el martes que los legisladores tendrían listo un proyecto de ley a principios de diciembre para acabar con el “flagelo” de las chinches.
Maillard dijo que su partido trataría el tema como una “prioridad” y pidió a los legisladores de izquierda y derecha que colaboren en el proyecto de ley.
Las chinches anidan en muebles y ropa blandos y vienen por la noche para cazar a los humanos dormidos y darse un festín con su sangre. Eliminar las chinches puede resultar difícil y requiere un lavado exhaustivo de la ropa y la ropa de cama, aspiración y fumigación. Se cree que una décima parte de los hogares franceses han sufrido una infestación de chinches en los últimos años.