Más de un tercio de la población de Italia, el tercer país más grande de la eurozona, tendrá más de 65 años en 2050, frente a aproximadamente una cuarta parte el año pasado, según datos publicados por la oficina nacional de estadísticas ISTAT a principios de esta semana.
El informe predijo que la proporción entre personas en edad de trabajar (15-64) y aquellas que son demasiado jóvenes o demasiado mayores para trabajar (0-14 o 65 años y más) “ disminuirá de aproximadamente tres a dos en 2022 a aproximadamente uno a uno en 2050”.
El descenso y el envejecimiento de la población están planteando grandes desafíos para Italia, lo que lleva a una inevitable caída de la productividad económica y mayores costos de bienestar social, en un país que ya tiene las facturas de pensiones más altas de los 38 países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
La agencia de estadísticas también proyectó que la población italiana caerá a 54,4 millones en 2050 desde los 59 millones del año pasado, cuando los nacimientos cayeron a un mínimo histórico de menos de 400.000.
La inmigración podría ofrecer una solución a la caída demográfica que afecta a Italia y al resto de la UE, según la primera ministra Giorgia Meloni, cuyo gobierno se ha comprometido a proporcionar más ayuda financiera a las familias que quieran tener hijos.
La población en edad escolar en Italia se reducirá en un millón en la próxima década debido a la caída de las tasas de natalidad y la continua fuga de cerebros, según el ministro de Educación, Giuseppe Valditara, quien calificó el escenario de “alarmante”.