El ministro de Exteriores de Italia, Antonio Tajani, ha afirmado que su Gobierno necesita “tiempo” para examinar el alcance de la propuesta que se ha debatido este jueves en Bruselas y con la que se busca un mecanismo para obligar a todos los gobiernos de la UE a colaborar de una u otra forma en la acogida de demandantes de asilo.
El nuevo plan entierra las cuotas obligatorias de reubicación al defender una ‘solidaridad a la carta’ que prevé distintas formas de compensación financiera para eludir la reubicación de los migrantes, después de que Alemania haya levantado sus reservas sobre el plan.
“Italia no ha dicho no”, ha aclarado Tajani precisamente desde Berlín, para acto seguido señalar que el Ministerio del Interior necesita “tiempo” para “examinar desde el punto de vista jurídico el contenido de la propuesta”. En este sentido, ha alegado que el nuevo documento apenas tiene unas horas y ha abogado por consultar con todos los socios del Ejecutivo tripartito italiano.
Roma es especialmente crítico con el papel de las ONG de rescate en el Mediterráneo. Pese a que Tajani ha matizado que su Gobierno en ningún caso está en “guerra” contra estas organizaciones, sí ha reconocido que las considera un “imán” para atraer migrantes que, “casualmente”, siempre terminan en territorio italiano
El ministro de Exteriores italiano se ha reunido con su homóloga alemana, Annalena Baerbock, tras los recientes desencuentros entre sus respectivas administraciones a cuenta de la migración. La reunión ha sido “cordial y franca”, en palabras de Tajani, que ha incidido en las posiciones comunes y en la necesidad de emprender una “acción europea”.
Así lo ha puesto de manifiesto también Baerbock, al abogar por una “solidaridad real” dentro de la UE. En su opinión, la actual situación evidencia “cuánto se necesita un sistema europeo común”, con reglas “claras” y procedimientos “eficaces” en materia de política migratoria.
Los dos ministros han reconocido igualmente la necesidad de ser sinceros ante los “problemas” o “desencuentros”, como han llegado a describir el reciente cruce de declaraciones, en el marco del cual la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, llegó a recriminar por carta al canciller de Alemania, Olaf Scholz, un plan de ayuda a las ONG.