Nueva Orleans, Luisiana, está al borde de una crisis de agua potable a medida que el río Mississippi se reduce rápidamente, lo que permite que el agua salada del Golfo de México se infiltre en sus aguas históricamente bajas. La situación ha desencadenado una respuesta de emergencia, con las autoridades estatales y locales luchando para abordar el riesgo inminente para la salud pública.
La parte baja del río Mississippi, que sirve como fuente de agua vital para la región, enfrenta una amenaza sin precedentes a medida que se avecina la intrusión de agua salada.
Las predicciones del Servicio Meteorológico Nacional indican que el caudal del río caerá a mínimos históricos en las próximas semanas, intensificando la crisis. A pesar de los esfuerzos del Cuerpo de Ingenieros del Ejército para mitigar el problema, el implacable clima seco está provocando que la intrusión avance.
El gobernador de Luisiana, John Bel Edwards , ha hecho sonar la alarma y ha afirmado que la intrusión de agua salada se está desplazando río arriba.
“Desafortunadamente, sin ningún alivio del clima seco, estamos comenzando a ver que la intrusión de agua salada avanza río arriba a pesar de los esfuerzos del Cuerpo de Ingenieros del Ejército por mitigar los problemas”, dijo Edwards.
En respuesta, el alcalde de Nueva Orleans, LaToya Cantrell, declaró una emergencia y está siguiendo de cerca la situación. El estado está a punto de solicitar asistencia federal para hacer frente a la crisis inminente.
Edwards ha pedido calma a los residentes, asegurándoles que recibirán notificaciones anticipadas si el agua salada comienza a afectar su área. Para aliviar el impacto inmediato, se están entregando alrededor de 15 millones de galones de agua dulce a las regiones afectadas.
La parroquia de Plaquemines, en el sureste de Luisiana, ya ha estado lidiando con los efectos de la intrusión de agua salada desde junio. Los residentes allí están bajo un aviso de agua potable y la distribución de agua embotellada está en marcha. Sin embargo, se espera que la situación empeore, y es probable que otras comunidades se vean afectadas a mediados o finales de octubre, incluidas las parroquias de St. Bernard, Orleans y Jefferson.
El Departamento de Salud de Luisiana está realizando pruebas y análisis de la calidad del agua, advirtiendo contra los intentos de eliminar el sodio mediante ebullición o filtros. Se recomienda a las personas afectadas que utilicen agua embotellada o una fuente alternativa de agua dulce.
Los esfuerzos para combatir la intrusión de agua salada incluyen la construcción por parte del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de EE. UU. de una barrera submarina en julio pasado, diseñada para retrasar el flujo de agua salada. Sin embargo, la intrusión recientemente superó el alféizar mientras los equipos se preparaban para realizar trabajos adicionales.
“El Cuerpo de Ingenieros realizará todos los esfuerzos que estén dentro de nuestra autoridad para apoyar la respuesta estatal y local a las condiciones extremas de escasez de agua”, dijo el coronel Cullen Jones, comandante del distrito de USACE en Nueva Orleans.
♦El Cuerpo de Ingenieros está trabajando ahora para aumentar el alféizar existente para retrasar la intrusión entre 10 y 15 días aproximadamente, reconociendo la gravedad de la situación y la necesidad de una respuesta urgente.