La alfombra roja de bienvenida a los funcionarios estadounidenses en el aeropuerto de Ereván no pasó desapercibida, subrayando la delicada posición del primer ministro armenio, Nikol Pashinyan.
En medio de tensiones intensificadas, la visita a Armenia de la jefa de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), Samantha Power, y del subsecretario interino para Asuntos Europeos y Euroasiáticos del Departamento de Estado de Estados Unidos, Yuri Kim, ha añadido una nueva capa de complejidad a la dinámica en evolución en la región.
Esta visita marca un avance significativo, ya que es la primera vez que altos funcionarios estadounidenses ponen un pie en Armenia desde el acuerdo de alto el fuego que puso fin al conflicto en Nagorno-Karabaj .
“Estoy aquí para reiterar el fuerte apoyo y asociación de Estados Unidos con Armenia y para hablar directamente con aquellos afectados por la crisis humanitaria en Nagorno-Karabaj”, dijo Power, expresando su propósito en Armenia.
La Embajada de Estados Unidos en Armenia emitió un comunicado enfatizando su apoyo a la independencia, la integridad territorial y la democracia de Armenia.
El Viceministro de Asuntos Exteriores, Paruyr Hovhannisyan, y el Ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Narek Mkrtchyan, brindaron una cálida bienvenida, mostrando la importancia concedida a Power y a la llegada de Kim.
Sin embargo, si bien los funcionarios estadounidenses pretenden centrarse en los esfuerzos humanitarios, existe un escepticismo creciente sobre sus verdaderas intenciones.
Algunos ven la decisión de discutir las “necesidades humanitarias” como un intento de proteger a Pashinyan de una reacción violenta dentro de su propio país, ya que la visita coincide con las crecientes críticas al manejo del primer ministro del conflicto de Nagorno-Karabaj, específicamente los términos del alto el fuego.
Los críticos argumentan que la participación estadounidense puede no conducir a un resultado favorable, estableciendo paralelismos con intervenciones estadounidenses pasadas .
Por lo tanto, algunos consideran que la visita de funcionarios estadounidenses para reforzar la posición de Pashinyan frente a las críticas internas es una interferencia no deseada en los asuntos internos de Armenia.
La última noticia se produce en medio de informes de que Estados Unidos está trabajando en la creación de una misión internacional para Nagorno-Karabaj, añadiendo otra capa de incertidumbre a la situación en la región.