Las alarmas suenan hoy aquí ante la fecha límite para evitar un cierre parcial del Gobierno federal (“shutdown”) en medio de un camino incierto por la falta de acuerdo en el Congreso de Estados Unidos.
Algunos legisladores ya comenzaron a hacer preparativos para el escenario más grave, pues de momento los republicanos de la Cámara de Representantes abandonaron la ciudad este jueves sin llegar a un arreglo que permita dar luz verde a la financiación a corto plazo, también conocida como resolución continua (CR).
De esta forma quedaron descartadas las votaciones esperadas del fin de semana, con lo cual la agonía de las maratónicas negociaciones serán tema en los próximos días.
“Muchas de nuestras oficinas han hablado sobre cómo asegurarnos de que nuestro personal pueda sobrevivir porque el presupuesto de asignaciones del poder (legislativo) no ha sido aprobado”, dijo a los periodistas la representante demócrata Pramila Jayapal.
Al reconocer que cada vez es más probable que se produzca un cierre, algunos demócratas y al menos un republicano comentaron que sus oficinas empezaron a elaborar planes de contingencia y prepararan a sus electores, reportó el diario The Hill.
Incluso anticiparon que están ofreciendo bonificaciones salariales al personal para ayudarlos a recuperarse en caso de que una interrupción de la financiación a largo plazo provoque interrupciones salariales.
El último cierre del Gobierno ocurrió hace aproximadamente cuatro años en medio de una desagradable pelea entre la entonces administración de Donald Trump y una Cámara Baja liderada por los demócratas, que ese momento tenía como punto de disputa la propuesta del presidente de financiación del muro en la frontera sur.
El lapso de un mes de duración se consideró el más largo de la historia moderna y afectó a cientos de miles de trabajadores federales.
Los miembros de ambos partidos tienen la esperanza de que el Congreso pueda llegar a un acuerdo a tiempo para evitar un cierre antes de la fecha límite del 30 de septiembre. Esta vez son los republicanos los que mandan en la Cámara de Representantes y la discordia viene por el lado del apoyo a Ucrania, así como por la exigencia de un mayor recorte de gastos.
Muchas agencias del Gobierno federal se financian anualmente mediante una docena de proyectos de ley de asignaciones que requieren la aprobación en el Capitolio para que luego pasen a la firma del jefe de la Casa Blanca.
♦La aprobación y firma deben hacerse antes del inicio del nuevo año fiscal, que tiene siempre fecha de inicio el 1 de octubre próximo.