Venezuela insistió hoy en la necesidad de que sean levantadas de manera completa, inmediata e incondicional las medidas coercitivas unilaterales contra los pueblos del mundo.
Al intervenir en nombre del Grupo de Amigos en Defensa de la Carta de la ONU en el segmento de alto nivel sobre financiación al desarrollo de 2023, en Nueva York, el viceministro venezolano para Temas Multilaterales, Rubén Darío Molina, reafirmó el compromiso con la Agenda 2030.
Esperamos que esta cuestión sea abordada de fondo e incorporada en el documento final del foro del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas sobre financiamiento para el desarrollo, a realizarse en abril venidero, manifestó.
Molina renovó la autodeterminación de seguir abogando por el establecimiento de un nuevo orden económico internacional, basado en la equidad, igualdad soberana, la interdependencia de interés común y la cooperación entre todos los Estados.
El funcionario venezolano afirmó que el financiamiento para el desarrollo es uno de los elementos fundamentales para la implementación efectiva de la Agenda 2030, el desarrollo sostenible y asegurar el cumplimiento de todos sus objetivos y metas.
Indicó que a tan solo siete años de la fecha límite para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible es necesario que, de una vez por todas, comenzar a pasar de las palabras a la acción, lo cual significa que los países desarrollados “comiencen a cumplir” con todos sus compromisos previamente adquiridos.
En la actualidad, comentó, estamos en una crisis global de carácter multidimensional, cuya realidad nos convoca a actuar juntos de “manera coordinada y decidida”, con sentido de urgencia para así poder avanzar en el tratamiento de los desafíos apremiantes y comunes que tenemos por delante.
El viceministro subrayó que la realización de los anhelos de nuestros pueblos no dejará de ser una quimera, si no se aborda de “manera eficaz” los mayores obstáculos para la implementación de la Agenda 2030 y la realización del desarrollo económico y social de más de un tercio de la humanidad.
Mencionó en ese sentido las medidas coercitivas unilaterales que siguen siendo una lamentable realidad para más de 30 países en el mundo, incluidos muchos de nuestro Grupo.
Todo ello, dijo, pese a constituir una flagrante violación a la Carta de la ONU, las normas del derecho internacional, de las disposiciones de la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible y del verdadero espíritu del financiamiento al desarrollo