Decenas de miles de médicos veteranos y jóvenes que trabajan para el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido, financiado con fondos públicos, han vuelto a abandonar sus puestos de trabajo.
Las huelgas son parte de una disputa con el gobierno principalmente por los salarios y se espera que afecten a miles de nombramientos y operaciones. Los médicos dicen que están decididos a seguir adelante.