El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, dijo que “la humanidad ha abierto las puertas del infierno”, en un dramático llamado de atención sobre el calentamiento planetario, al instalar la Cumbre sobre la Ambición Climática en la sede de la organización mundial.
“El calor horrendo está teniendo efectos horrendos”, expuso Guterres y recordó de seguidas a “los agricultores angustiados que ven cómo sus cultivos se los llevan las inundaciones, las enfermedades vinculadas a las altas temperaturas y los incendios históricos” de los que huyen miles de personas, en distintas regiones del orbe.
La Cumbre fue convocada por Guterres para impulsar la Agenda de Aceleración de la Acción Climática, con participación de “impulsores y hacedores”, entre ellos gobernantes y otra autoridades de numerosos países, entes multilaterales, representantes empresariales y organizaciones de la sociedad civil.
Entre los líderes participantes están los de Alemania, Barbados, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Francia, España, Kenia, Nepal, Pakistán, Samoa, Sudáfrica, Tuvalu y la Unión Europea, y entre los ausentes los de Estados Unidos y China –los mayores emisores de gases de efecto invernadero- y el Reino Unido.
Guterres advirtió que la acción climática, centrada en evitar que la temperatura del planeta en 2050 aumente más de 1,5 grados centígrados sobre el promedio de la era preindustrial (1850-1900), está quedando “eclipsada por la escala del desafío”, pues la humanidad se encamina a un aumento de 2,8 grados a finales de siglo.
“Aquí nos centramos en las soluciones climáticas y nuestra tarea es urgente”, dijo Guterres, pues “el futuro no está arreglado. Todavía podemos construir un mundo de aire limpio, empleos verdes y energía limpia asequible para todos”.
Destacó que los activistas por el clima y el ambiente se niegan a ser silenciados, los pueblos indígenas se están movilizando para defender sus tierras ancestrales y los ejecutivos corporativos están transformando la forma en que hacen negocios.
“El futuro no está arreglado. Todavía podemos construir un mundo de aire limpio, empleos verdes y energía limpia asequible para todos”: António Guterres.
En la antesala de la cita, organizaciones defensoras de los derechos de los pueblos indígenas y del ambiente se manifestaron por calles de Nueva York aledañas a la sede la ONU, exigiendo medidas contra el cambio climático y el imperio de los combustibles fósiles, grandes causantes del efecto invernadero en la atmósfera.
El secretario general pidió un pacto de solidaridad climática, basado en la Agenda, para exigir más responsabilidad a los emisores de gases de efecto invernadero y apoyo de los países ricos a las economías emergentes para que puedan capear la crisis climática.
“Muchas de las naciones más pobres tienen todo el derecho a estar enojadas”, dijo Guterres al abogar por una mayor justicia climática para esos países, víctimas desproporcionadas de una crisis que no provocaron.
Sostuvo que también las empresas y las instituciones financieras deben apuntar a emisiones netas cero (equilibrar las que se emiten con las que se eliminan), pues “toda empresa que realmente habla en serio debe crear planes de transición justa que reduzcan las emisiones de manera creíble y brinden justicia climática”.
La Agenda de Aceleración plantea, en primer lugar, sostener para 2050 el objetivo de cero neto en emisiones para los países emergentes pero adelantarlo a 2040 para los desarrollados, y actualizar los planes nacionales en ese sentido.
Luego, se propone presentar planes de transición energética, a 2035 en los países desarrollados y a 2040 en el resto del mundo, para cambiar el empleo de combustibles fósiles hacia energías renovables, y poner fin a las licencias y el financiamiento de nuevos emprendimientos en carbón, petróleo y gas.
Además, acelerar la descarbonización de sectores con altas emisiones como transporte marítimo, aviación, acero, cemento, agricultura y aluminio.
Al ritmo actual, la demanda de combustibles fósiles se mantendrá elevada hacia mediados de siglo, según las proyecciones de corporaciones trasnacionales y la Organización de Países Exportadores de Petróleo, aunque puede declinar desde esta misma década según la Agencia Internacional de Energía.
“Debemos recuperar el tiempo perdido a causa de la lentitud, las presiones y la avaricia de los intereses atrincherados que ganan miles de millones con los combustibles fósiles”, dijo Guterres.
De esta cumbre de aceleración en Nueva York no se espera que salga ningún compromiso concreto, pero sí dar impulso a la 28 Cumbre de la ONU sobre el Clima (COP28), que se celebrará en diciembre en Dubái, Emiratos Árabes Unidos
♦En Dubái los más de 190 países que participan en las negociaciones sobre el calentamiento global deberán hacer un balance de los compromisos adquiridos en el Acuerdo de París de 2015, que pautó compromisos nacionales centrados en sostener el umbral de 1,5 grados centígrados.