El décimo aumento consecutivo se produce enmedio de expectativas de mayores precios al consumidor durante el resto del año y más allá.
El Banco Central Europeo (BCE) ha anunciado una décima subida consecutiva de su tipo de interés clave, lo que podría marcar el paso final de una serie de esfuerzos encaminados a que la inflación vuelva a alcanzar su objetivo.
Las autoridades de la UE elevaron las tasas en otro cuarto de punto porcentual el jueves, llevando el punto de referencia muy seguido al 4%, el nivel más alto desde la introducción del euro en 1999.
La tasa se situó en un mínimo histórico de -0,5% hace apenas 14 meses, lo que significa que los bancos de toda la eurozona tuvieron que pagar para depositar su efectivo de forma segura en el regulador.
El último aumento se produjo poco después de que un informe del BCE revisara al alza las previsiones macroeconómicas para la zona del euro, previendo una inflación media del 5,6% en 2023 desde una proyección anterior del 5,4%, y del 3,2% el próximo año en comparación con las expectativas anteriores del 3%.
Al mismo tiempo, el informe redujo su pronóstico a mediano plazo, del 2,2% al 2,1%.
“La inflación continúa disminuyendo, pero aún se espera que se mantenga demasiado alta durante demasiado tiempo”, dijo el regulador en un comunicado. “El consejo de gobierno está decidido a garantizar que la inflación regrese a su objetivo de mediano plazo del dos por ciento de manera oportuna”.
La UE ha estado luchando para combatir la inflación al rojo vivo en todo el bloque, impulsada por los precios galopantes de la energía. El BCE inició su ciclo de subidas de tipos más agresivo jamás registrado en julio de 2022, después de que las sanciones impuestas a Moscú dispararan los precios del gas y socavaran la mayor parte del comercio entre Rusia y el bloque.