La misión tiene como objetivo aterrizar en la superficie de la Luna a principios de 2024.
La Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA) lanzó con éxito una nave de exploración lunar al espacio a bordo de un cohete de producción nacional, con la esperanza de llegar a la Luna en febrero próximo.
Un cohete H-IIA despegó el jueves del Centro Espacial Tanegashima de Japón, liberando al módulo de aterrizaje inteligente para investigar la Luna (SLIM) para su viaje de varios meses a la superficie lunar, según JAXA.
Aunque la misión de 100 millones de dólares tuvo un comienzo difícil, con tres aplazamientos el mes pasado debido al mal tiempo, JAXA señaló que el cohete “voló según lo planeado” durante el lanzamiento del jueves.
La agencia espacial dice que planea realizar un “aterrizaje preciso” con el SLIM, con el objetivo de estar a menos de 100 metros de su sitio objetivo, lo que le valió el apodo de “francotirador lunar”. JAXA señaló que la misión proporcionaría datos y experiencia valiosos para futuras exploraciones espaciales, incluidos los aterrizajes en “planetas con escasos recursos”.
Al crear el módulo de aterrizaje SLIM, los humanos lograremos un cambio cualitativo para poder aterrizar donde queramos y no sólo donde sea fácil aterrizar, como había sido el caso antes”, dijo JAXA en una descripción de la misión .
Si todo va según lo planeado, el módulo de aterrizaje robótico SLIM seguirá un camino largo y de bajo consumo de combustible antes de aterrizar dentro del cráter de impacto Shioli, una cuenca de casi 1,000 pies de ancho ubicada en la cara visible de la Luna. La nave lleva una serie de sensores y otros equipos, incluidas varias sondas pequeñas que ayudarán a monitorear el estado del lugar de aterrizaje.
Además del módulo de aterrizaje, el mismo cohete H-IIA también transportaba la Misión de Espectroscopía e Imágenes de Rayos X, o XRISM, un telescopio espacial desarrollado conjuntamente por JAXA, la NASA y la Agencia Espacial Europea. Los investigadores esperan que el instrumento conduzca a avances en el campo de la astronomía de rayos X, arrojando potencialmente nueva luz sobre la estructura del universo primitivo, la formación de galaxias y la naturaleza de la materia oscura, entre otras cosas.
El lanzamiento exitoso sigue a otros dos intentos fallidos de alunizaje por parte de Japón durante el último año: JAXA perdió contacto con una nave en noviembre pasado, mientras que otra se estrelló en la Luna en abril.
La hazaña también se produce después del viaje inaugural de la India a la superficie lunar a finales de agosto, lo que la convierte en el cuarto país en realizar un alunizaje, así como de un intento fallido de la misión Luna-25 de Moscú. La agencia espacial rusa, Roscosmos, dijo que el aterrizaje falló debido a un problema técnico con el motor de la nave, pero expresó esperanzas para futuras misiones a la Luna.