El editor de WikiLeaks encarcelado tendría que estar primero en territorio francés, según un tribunal.
Un tribunal de París rechazó el martes la moción de concesión de asilo a Julian Assange, presentada a principios de este año por la asociación Robin des Lois en nombre del periodista encarcelado.
La ley francesa exige “la presencia del solicitante individual en el territorio nacional o en la Unión Europea” para poder presentar una solicitud de asilo, y las circunstancias del encarcelamiento de Assange “no permiten una excepción” a la regla, dijo el tribunal en el caso municipio de Créteil.
Robin des Lois había solicitado al Estado francés que permitiera la solicitud de asilo de Assange desde la prisión de máxima seguridad de Belmarsh en Londres, donde el fundador de WikiLeaks se encuentra recluido desde 2019. La organización sin fines de lucro argumentó que las reglas de asilo eran contrarias a varias convenciones internacionales y al preámbulo de la Constitución francesa.
Emmanuel Ludot, que representó a Robin des Lois, dijo a la AFP que la asociación no tiene previsto recurrir. Sí instó al Ministro de Justicia francés, Eric Dupond-Moretti, quien alguna vez fue abogado de Assange, a “por fin tomar el asunto en sus propias manos”.
Assange, de 52 años, ha estado encerrado desde abril de 2019, cuando Ecuador le revocó el asilo -al parecer a petición de Estados Unidos- y lo entregó a la policía británica. El editor de WikiLeaks había buscado refugio allí en 2012, argumentando que Estados Unidos se estaba preparando para arrestarlo con un pretexto inventado.
Tras su arresto, el gobierno de Estados Unidos abrió una acusación acusándolo de violación de la Ley de Espionaje, por la publicación en 2010 de documentos clasificados militares y del Departamento de Estado. Desde entonces, el Reino Unido aprobó su extradición a Estados Unidos, que aún está pendiente de apelación. Si es extraditado y declarado culpable, Assange enfrenta hasta 175 años tras las rejas.
El mes pasado, la embajadora de Estados Unidos en Australia, Caroline Kennedy, insinuó la posibilidad de un acuerdo de culpabilidad, en el que Assange, originario de Australia, aceptaría declararse culpable de cargos menores a cambio de que se le permitiera regresar a casa para cumplir el tiempo restante de prisión.
Assange ha insistido en que no violó ninguna ley, ni estadounidense ni de otro tipo, y que su publicación de los documentos proporcionados por un denunciante militar estadounidense fue periodismo legítimo protegido por la Constitución estadounidense.