El juez del Tribunal Supremo de Brasil Jose Antonio Dias Toffoli ha anulado este miércoles todas las pruebas obtenidas en contra del presidente del país, Luiz Inácio Lula da Silva, tras el acuerdo de colaboración con la empresa Odebrecht, y ha catalogado el arresto del mandatario entre abril de 2018 y noviembre de 2019 como un “error histórico”.
El juez Toffoli ha reconocido así la solicitud de la defensa de Lula y ha declarado como inútiles las pruebas recibidas por el acuerdo con Odebrecth al considerar que fueron obtenidas por medios “heterodoxos e ilegales”. Además, considera que la intención de aquel caso era la de “poner a un líder político entre rejas”, recoge la prensa brasileña.
“Fue un montaje resultante de un proyecto de poder por parte de ciertos agentes públicos en su objetivo de conquistar el Estado por medios aparentemente legales, pero con métodos y acciones ‘contra legem’ (contrarios a la ley)”, ha manifestado el juez del Supremo al respecto de la condena a Lula.
De hecho, Toffoli ha catalogado el ingreso en prisión del Lula –también presidente entre 2003 y 2010– como “el huevo de la serpiente de los ataques a la democracia y las instituciones”. “Me sorprendieron las autoridades que abusaron de sus funciones, actuando en connivencia para atacar a instituciones, autoridades, empresas y objetivos específicos”, ha dicho.
El juez del Supremo ha señalado así que las pruebas obtenidas por el juez Sergio Moro para incriminar al presidente Lula fueron obtenidas por medios ilegales de “tortura psicológica”, y el caso dejó “secuelas físicas y mentales” a acusados y testigos, destruyó “activos públicos y privados nacionales” e incluso “arrebató vidas”. Moro, por su parte, no se ha pronunciado aún al respecto.
El presidente Lula fue detenido en abril de 2018 acusado de corrupción pasiva y blanqueo de capitales. Fue liberado más de 500 días después, una vez que el Tribunal Supremo anuló el arresto en segunda instancia, precisamente con el voto en contra de Tiffoli. En 2021, el máximo tribunal brasileño anuló todas las condenas de Lula, facilitando así que el mandatario se presentara a las elecciones en noviembre de 2022, donde logró la victoria ante el expresidente Jair Bolsonaro (2019-2023).