Bruselas se prepara para una batalla presupuestaria: el Mecanismo de Ayuda a Ucrania representa la mitad de los casi 100.000 millones de euros que pide la Comisión Europea para reforzar el actual presupuesto 2021-2027.
La Unión Europea necesita más dinero. Empieza ahora una batalla política para aumentar el presupuesto de la UE, una lucha que no ha hecho más que empezar.
En primer lugar, la UE quiere más fondos para el Mecanismo de Ayuda a Ucrania, que apoyaría al país con 50.000 millones de euros de 2024 a 2027. Los fondos se dividirán en subvenciones y préstamos, siguiendo el modelo del histórico Plan Marshall.
El Parlamento Europeo ha aprobado la propuesta de la Comisión Europea para revisar el presupuesto. “Estaremos en condiciones de apoyar al gobierno (ucraniano) mientras establece un plan para su reconstrucción y preadhesión a la UE”, ha afirmado Michael Gahler, diputado al Parlamento Europeo por el Partido Popular Europeo (PPE) y coponente del Mecanismo de Ayuda aUcrania.
“También promoveremos la inversión privada y garantizaremos la continuidad de nuestra experiencia a quienes participen activamente en el programa de reformas”, ha añadido.
El Mecanismo de Ayuda a Ucrania representa la mitad de los casi 100.000 millones de euros que la Comisión Europea solicita para reforzar su presupuesto actual para 2021-2027.
La otra mitad se repartiría en seis temas: migración, un fondo soberano para el plan industrial, intereses sobre la deuda de recuperación de la pandemia, gastos de personal y una reserva para imprevistos.
La Comisión de Presupuestos del Parlamento Europeo quiere un aumento de otros 10.000 millones de euros. Se prevé una combinación de contribuciones gubernamentales y nuevas fuentes de ingresos, como impuestos a las empresas mundiales y a las transacciones financieras.
Pero el Parlamento se opone a recortes en los programas actuales.
“Tenemos que proteger las políticas de cohesión y agricultura común y su financiación. Son políticas que forman parte de los Tratados de la Unión Europea desde el inicio de su constitución y son recursos fundamentales que no pueden recortarse en ningún momento”, afirma Margarida Marques, de los Socialistas y Demócratas (S&D), coponente de la revisión intermedia del presupuesto de la UE.
Es probable que esta ambición encuentre resistencia en el Consejo Europeo, ya que varios Estados miembros no están dispuestos a pagar más a las arcas comunitarias ni a contraer nueva deuda conjunta.
Sin embargo, los analistas creen que la UE tendrá que adaptarse a una nueva realidad mundial.
“Estos ciclos presupuestarios de 7 años con negociaciones muy largas, cosas muy protegidas y complejas, no funcionan realmente en un mundo donde hay retos muy inmediatos y donde tiene que haber una respuesta mucho más rápida”, dice Heather Grabbe, analista del think tank Bruegel, con sede en Bruselas.
“De momento, el presupuesto de la UE es también bastante pequeño: sólo representa como máximo el 1% del PIB de la UE. Es muy probable que se prevean más necesidades fiscales”.
Al inicio de la campaña electoral europea y con la crisis de la inflación como telón de fondo, el aumento del presupuesto es una prueba de la solidaridad y las ambiciones de ampliación de la UE.