El país está perdiendo su estatus de importante centro de producción debido al aumento de los costes, afirma Hildegard Müller
El futuro de la producción de automóviles en Alemania está en riesgo debido a los precios “tóxicos” de la energía, advirtió la presidenta de la Asociación de la Industria Automotriz, Hildegard Müller.
Alemania “está perdiendo drásticamente su competitividad internacional” como sede de la industria automovilística debido al aumento de los costes energéticos, afirmó Müller el lunes en una entrevista con la directora de Microsoft Alemania, Marianne Janik.
Otros países se están volviendo más atractivos para industrias importantes como la fabricación de baterías o semiconductores, lo que es un mensaje preocupante para Alemania en medio de una situación económica ya desfavorable en el país, afirmó.
Según Müller, el aumento vertiginoso de los precios de la energía se ha vuelto “tóxico” para los proveedores medianos del país. Advierten que las inversiones ya no fluirán hacia Alemania sino que se trasladarán a otros países de la UE o a Estados Unidos.
Además de los precios de la energía, Müller se quejó de la sobrerregulación de la industria automovilística, los retrasos en las decisiones políticas y la falta de un marco legal para futuras reformas, en particular para productos tecnológicos como la inteligencia artificial.
La última encuesta de la Cámara de Comercio e Industria de Alemania mostró que más de la mitad de las empresas alemanas han perdido la confianza en la política energética del país y creen que la transición hacia las energías renovables y el alejamiento del gas ruso perjudicará a sus negocios.
La investigación también mostró que el número de empresas que consideran abandonar el país está aumentando. Casi un tercio de las empresas industriales planean trasladar su producción al extranjero o reducir la producción interna.