El alquiler de viviendas en el Reino Unido casi se ha duplicado en las zonas urbanas desfavorecidas en los últimos cuatro años, empujando a más personas a la pobreza.
Un informe, publicado el domingo en el diario The Guardian, citando datos de todo el país analizados por el agente inmobiliario Hamptons, revela que, en los últimos cuatro años, los británicos que viven en las zonas más desfavorecidas vieron aumentar la renta en un 52 por ciento, mientras que para los inquilinos en las regiones más ricas, la renta se elevó solo un 29 por ciento.
Según el estudio, los inquilinos en las regiones pobres pagaban un promedio de 499 libras esterlinas (628 dólares) por mes calendario en 2019, mientras que esa cifra se disparó a £759 ($955) en 2023.
Por el contrario, quienes alquilaban una propiedad en los distritos más prósperos del Reino Unido pagaban un alquiler mensual promedio de £1078 ($1357) en 2019, que aumentó a £1387 ($1.746) este año.
“El sector privado de alquiler está flaqueando bajo el peso de la demanda a medida que los alquileres quedan fuera del alcance de los ingresos locales y los inquilinos se enfrentan entre sí por una oferta limitada de viviendas”, dijo Polly Neate, directora ejecutiva de Shelter, una organización benéfica de vivienda y personas sin hogar.
El estudio atribuyó el fuerte aumento en las zonas menos ricas al hecho de que los propietarios de esos barrios dependen más de la financiación hipotecaria que sus pares más ricos.
“Las cifras reflejan cómo la continua crisis inmobiliaria del Reino Unido se está combinando con la crisis del costo de vida a medida que los alquileres, las tasas hipotecarias y los crecientes costos de los alimentos y la energía reducen los ingresos”, manifestó Neate.
La asociación de consumidores “Which”, con sede en el Reino Unido, advirtió de que el aumento de los precios de los alimentos había obligado a los hogares de bajos ingresos del Reino Unido a tomar “decisiones desesperadas” entre mantenerse al día con sus facturas y poner comida en la mesa.
Which dijo que el aumento del coste de los productos básicos afecta de forma desproporcionada a los hogares de bajos ingresos. Como ejemplo, señaló que el costo de algunos alimentos básicos como el queso, la mantequilla y el pan se ha disparado más del 30 por ciento en los últimos dos años.