El Parlamento italiano aprobó una ley que prohíbe la producción y venta de alimentos y piensos sintéticos, lo que convierte a Italia en el primer país de la UE en introducir dicha prohibición.
La ley fue apoyada por 159 miembros de la cámara baja italiana, mientras que 53 votaron en contra y 34 se abstuvieron. La cámara alta del parlamento aprobó en junio la ley, que fue desarrollada por iniciativa del Ministerio italiano de Agricultura, Alimentación y Silvicultura y del Ministerio de Salud.
El nuevo reglamento prohíbe el uso en la producción, venta, importación, exportación, fabricación y distribución de “alimentos o piensos que consistan en cultivos celulares o tejidos derivados de animales vertebrados, separados o producidos a partir de ellos”.
Los infractores se enfrentan a una multa que oscila entre 10.000 euros (10.858 dólares) y 60.000 euros. Sin embargo, si una gran empresa viola la ley, la multa puede aumentar hasta el 10% del volumen de negocios anual de la empresa y confiscarse los productos producidos.