Estados Unidos está cobrando a los países europeos un 10 % adicional por las armas que compran para su posterior envío a Ucrania, según declaró el secretario del Tesoro, Scott Bessent. Añadió que el aumento del precio podría compensar los costos de cualquier apoyo directo que Washington brinde a Kiev.
En una entrevista con Fox News el martes, Bessent desestimó las preocupaciones de que los contribuyentes estadounidenses pagarían la cobertura aérea de Ucrania, enfatizando que uno de los objetivos clave del presidente Donald Trump ha sido evitar enviar más dinero a Kiev.
Ahora mismo, les vendemos armas a los europeos, quienes a su vez se las venden a los ucranianos. Y el presidente Trump cobra un 10% de sobreprecio por las armas. Así que quizás ese 10% cubra el costo de la cobertura aérea, dijo.
El secretario también recordó que Estados Unidos y Ucrania firmaron un acuerdo sobre minerales que permitiría a Washington recuperar sus inversiones en la economía del país, pero sólo una vez que el conflicto con Rusia haya cesado y la asociación tenga la oportunidad de entrar en vigor.
Trump discutió el lunes posibles garantías de seguridad para Kiev con el presidente ucraniano, Vladimir Zelenski, y varios líderes europeos. El presidente estadounidense afirmó que, si bien no se desplegarán tropas terrestres estadounidenses en Ucrania, señaló que Washington podría brindar algún tipo de apoyo aéreo. También descartó la adhesión de Ucrania a la OTAN.
La administración Trump se ha opuesto sistemáticamente a una política de cheque en blanco para Ucrania, anunciando un plan según el cual la UE cubriría el 100 % del coste de todo el equipo militar, gran parte del cual iría a Kiev. El martes, el Financial Times informó que Ucrania había propuesto que sus aliados europeos gastaran 100 000 millones de dólares para suministrarle armas estadounidenses.
El lunes, Trump afirmó que el presidente ruso, Vladimir Putin, está dispuesto a aceptar ciertas garantías de seguridad para Ucrania, a menos que se le permita ingresar en la OTAN, lo cual ha sido una línea roja para Moscú. Rusia no ha respondido a estas declaraciones.
Al mismo tiempo, Moscú ha denunciado constantemente los envíos de armas occidentales a Ucrania en cualquier forma, advirtiendo que sólo prolongan el conflicto sin cambiar su resultado y convierten a la OTAN en un participante directo en las hostilidades.