El descontento popular con la decisión del primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, de permanecer en el cargo pese al reciente revés en las elecciones a la Cámara Alta sigue en aumento, reveló hoy una encuesta.
La corporación nipona de medios de prensa NHK realizó una encuesta telefónica durante tres días, desde el sábado anterior, y acumuló más de mil 100 respuestas.
De acuerdo con los resultados, el 49 por ciento de los encuestados apoyó el plan de Ishiba de mantenerse en su puesto, una decisión sumamente criticada incluso dentro de la propia organización que lidera el gobernante: el Partido Liberal Democrático (PLD).
Al interno de la formación, varios políticos consideran que el mandatario debería asumir la responsabilidad de la derrota.
Hace apenas tres semanas, la coalición integrada por el Partido Liberal Democrático (PLD) y su socio de gobierno, Komeito, no logró el objetivo preelectoral de ganar al menos 50 de los 125 escaños en disputa para alcanzar la mayoría en la Cámara Alta, pues conquistó apenas 47.
Por primera vez en la historia, la coalición se verá privada del control mayoritario en ambas cámaras del Parlamento, pues obtuvo el peor resultado de los últimos 15 años en las elecciones legislativas de la Cámara Baja (Cámara de Representantes), efectuadas en octubre.
La encuesta de NHK encontró que el 40 por ciento se opone a la continuidad de Ishiba, mientras el 11 por ciento dijo no saber qué contestar.
Algunos dentro del PLD consideran que el resultado también refleja el sentimiento público respecto a los escándalos de financiación política asociados al partido en los últimos años, un factor que contribuyó a resquebrajar el prestigio.
Un grupo de legisladores del PLD desean que se celebre una contienda presidencial extraordinaria, para superar el revés electoral.
Analistas políticos opinan que el PLD, entidad que durante décadas ha encabezado el gobierno en Japón, continuará perdiendo apoyo público si no logra resolver cuestiones políticas claves.