Karol Nawrocki, historiador conservador y partidario del movimiento MAGA de Donald Trump, asumió el cargo de presidente de Polonia el miércoles, preparando el escenario para un conflicto con el gobierno centrista y potencialmente relaciones más frías con Ucrania.
Nawrocki prestó juramento presidencial en una ceremonia en el parlamento polaco.
La victoria electoral de Nawrocki, que fue respaldada por el partido nacionalista de oposición Ley y Justicia (PiS), asestó un golpe a las esperanzas del primer ministro Donald Tusk de consolidar el rumbo pro Unión Europea que ha establecido para el mayor miembro oriental del bloque y dejó a su gobierno tambaleándose en las encuestas.
Polonia se prepara ahora para una continuación del estancamiento visto bajo el presidente nacionalista saliente Andrzej Duda, con Nawrocki capaz de usar sus poderes de veto para obstaculizar una agenda gubernamental que incluye revertir las reformas judiciales implementadas por el PiS, que según los críticos socavaron la independencia de los tribunales.
Nawrocki también parece estar dispuesto a suponer un dolor de cabeza para el gobierno al proponer medidas como recortes de impuestos que probablemente serán populares entre muchos votantes pero difíciles de implementar para una administración con un presupuesto limitado.
“Como primer ministro, hasta ahora he trabajado con tres presidentes”, escribió Tusk, quien también fue primer ministro de 2007 a 2014, en una publicación en X. “¿Qué pasará con el cuarto? Nos las arreglaremos”
El presidente entrante ha dicho que actualmente no ve un lugar para Ucrania en la OTAN o la UE, un marcado cambio de tono en comparación con Duda.
Como presidente, Nawrocki tendría que firmar la ratificación por parte de Polonia de un nuevo miembro que se una a la OTAN.
Aunque Tusk ha dicho que la Unión Europea debería desempeñar un papel más importante en asuntos de defensa junto a la OTAN, PiS y Nawrocki han argumentado que esto socavaría la alianza de Polonia con Estados Unidos.
“Estados Unidos es, sin duda, nuestro socio prioritario”, afirmó el portavoz de Nawrocki, Rafal Leskiewicz.
Sin embargo, el hecho de que el ex director del Instituto de la Memoria Nacional sea un recién llegado político, poco conocido por el público antes de que el PiS lo apoyara, significa que hay mucha incertidumbre sobre cómo se desarrollará su presidencia, dicen los observadores políticos.
“No sé si, en breve, aplicará plenamente las políticas de Ley y Justicia… o si intentará presentar sus propias iniciativas”, dijo Andrzej Rychard, sociólogo de la Academia Polaca de Ciencias.
Nawrocki salió victorioso de una tumultuosa campaña en la que las acusaciones sobre su pasado, incluyendo que adquirió una segunda propiedad de un anciano a cambio de una promesa de cuidados que no brindó, dominaron con frecuencia los titulares.
Nawrocki negó las acusaciones de irregularidades, aunque admitió haber participado en una pelea organizada entre hooligans del fútbol, lo que reforzó la imagen de tipo duro que el boxeador aficionado ya había tratado de cultivar.
Tras las elecciones, los partidarios del candidato liberal derrotado, Rafal Trzaskowski, presentaron miles de protestas ante el Tribunal Supremo por irregularidades en algunos colegios electorales. Sin embargo, estas irregularidades no fueron suficientes para alterar sustancialmente el resultado.
El PiS acusa a sus oponentes liberales de intentar subvertir la voluntad del pueblo y sus partidarios planean marchar en la capital el día de la investidura.
Quien pueda, venga a Varsovia… para la juramentación del presidente», escribió el diputado del PiS Michal Wojcik en X. «Demostremos que los patriotas están con Karol Nawrocki en este día tan importante.