Los trabajadores de varias plantas de Boeing Defense optaron por suspender sus actividades, arriesgándose a provocar una interrupción significativa en la producción de aviones de combate estadounidenses.
La huelga, en la que los trabajadores abandonaron sus puestos de trabajo en las plantas de St. Louis y St. Charles, Missouri, y Mascoutah, Illinois, siguió al colapso de las negociaciones contractuales el domingo.
El gigante de defensa estadounidense se enfrenta al escrutinio público por problemas de seguridad relacionados con sus aviones comerciales y reiterados retrasos en la entrega de contratos gubernamentales clave, incluido el Air Force One de próxima generación.
Las plantas producen varios programas de defensa de alto perfil, incluyendo los cazas F-15 y F/A-18, el entrenador T-7A Red Hawk, el avión no tripulado de reabastecimiento MQ-25 Stingray y otros sistemas de armas avanzados. El próximo caza furtivo F-47 también está programado para producción en el área de San Luis, aunque Boeing no ha especificado si las instalaciones sindicalizadas o no sindicalizadas se encargarán de la obra.
Participan aproximadamente 3.200 trabajadores representados por la Asociación Internacional de Maquinistas y Trabajadores Aeroespaciales (IAM).
Los miembros del sindicato votaron para rechazar la última propuesta de Boeing (un contrato laboral revisado de cuatro años que ofrece concesiones adicionales en la programación) después de rechazar previamente una oferta de julio que incluía aumentos salariales de hasta el 40% para muchos trabajadores.
“Los miembros del Distrito 837 de la IAM han expresado su opinión con claridad: merecen un contrato que refleje su habilidad, dedicación y el papel crucial que desempeñan en la defensa de nuestra nación”, declaró el representante sindical Tom Boelling. El vicepresidente general del Territorio del Medio Oeste de la IAM, Sam Cicinelli, añadió: “Merecen nada menos que un contrato que proteja a sus familias y reconozca su experiencia inigualable”.
Dan Gillian, vicepresidente de Boeing Air Dominance y alto ejecutivo de la planta de St. Louis, expresó su decepción por la decisión de hacer huelga.
“Estamos preparados para una huelga y hemos implementado completamente nuestro plan de contingencia para garantizar que nuestra fuerza laboral no en huelga pueda seguir apoyando a nuestros clientes”, dijo en un comunicado.
Boeing ha registrado pérdidas operativas acumuladas de 42.200 millones de dólares desde mediados de 2019, debido principalmente a dos accidentes mortales del 737 Max y a la prolongada inmovilización de su avión comercial insignia.
Sin embargo, la compañía informó recientemente de cierta mejora, reduciendo las pérdidas del segundo trimestre a 611 millones de dólares.