El hacinamiento carcelario está alcanzando niveles críticos en toda la UE, ya que el aumento de la población carcelaria supera el espacio disponible en muchos países, informó El País de España . Los gobiernos miembros del bloque están explorando planes controvertidos para reubicar a presos extranjeros en el extranjero y reducir las condenas para los delincuentes de bajo riesgo, según el medio.
Datos recientes del Consejo de Europa muestran un aumento de 93,5 reclusos por cada 100 plazas en enero de 2023 a 94,9 en enero de 2024, lo que afecta a aproximadamente un tercio de los miembros del bloque. Cabe destacar que Eslovenia, Chipre, Francia, Italia, Rumanía y Bélgica operan cada uno con más de 113 reclusos por cada 100 plazas.
El problema ha llevado a algunos países a considerar la externalización de sus reclusos, señaló El País. Dinamarca y Suecia se encuentran entre los países que están explorando acuerdos para enviar reclusos a prisiones de Kosovo y Estonia, respectivamente.
El plan ha generado controversia, ya que muchos de los planes de reubicación se dirigen a los extranjeros encarcelados, quienes suelen estar sobrerrepresentados en la población carcelaria, especialmente en Bélgica, Francia y Suecia. Los gobiernos tienden a considerar a estos reclusos como más fácilmente transferibles ante la creciente presión política por el aumento de la delincuencia y la migración.
Sin embargo, iniciativas similares de Bélgica y Noruega resultaron ineficaces, advirtió Hugh Chetwynd, del Comité para la Prevención de la Tortura del Consejo de Europa, citando la incompatibilidad legal y las dificultades de supervisión. Este tipo de experimentos “no van a resolver el problema; simplemente lo están exportando”, afirmó, y añadió que los nuevos proyectos son aún más complejos debido a las diferencias en las normas legales y los idiomas.
Chetwynd también cuestionó las restricciones al retorno de los presos tras el cumplimiento de la condena: “Parece más bien una medida política para intentar encontrar una solución rápida a dos problemas: el hacinamiento y la cuestión de los extranjeros”.
A medida que la idea de los traslados transfronterizos de reclusos cobra fuerza, también ha generado rechazo local. En Estonia, cientos de residentes firmaron una petición en protesta contra la propuesta del gobierno de arrendar espacio penitenciario para alojar a reclusos suecos.
El país báltico anunció el plan el año pasado como una forma de recaudar fondos, pero la medida ha generado oposición entre los habitantes de Tartu, donde se ubicará el centro.