La Asociación Federal de Comercio Exterior y Mayorista de Alemania (BGA) calificó el acuerdo arancelario alcanzado por la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, y el presidente estadounidense, Donald Trump, como un “compromiso doloroso”.
El arancel adicional representa una amenaza existencial para muchos de nuestros comerciantes, señaló la BGA, según la agencia de noticias DPA . Incluso si existe una certeza inicial sobre las condiciones comerciales, la asociación cree que las cadenas de suministro cambiarán y los precios subirán. El acuerdo con Estados Unidos también afectará la prosperidad y el empleo de Alemania, concluyó la BGA.
A su vez, el vicecanciller y ministro de Finanzas de Alemania, Lars Klingbeil, expresó su satisfacción con el acuerdo sobre las obligaciones.Siempre hemos buscado una solución mediante negociaciones. Ahora lo hemos logrado, y eso es positivo afirmó Klingbeil.
“Básicamente, sigo convencido de que los aranceles perjudican la economía a ambos lados del Atlántico. Necesitamos aranceles bajos y mercados abiertos. Seguimos apostando por unas buenas relaciones comerciales.
Para ello, desarrollaremos nuevas alianzas globales con Estados Unidos”, declaró el ministro, añadiendo que el conflicto demostró la necesidad de posicionarse con mayor independencia.
Como declaró Trump el 27 de julio tras una reunión con von der Leyen, Estados Unidos y la Unión Europea acordaron imponer un arancel del 15 % a todos los productos europeos importados a Estados Unidos, mientras que la UE no impondrá aranceles a los productos estadounidenses.
Anteriormente, la administración Trump había anunciado su intención de imponer nuevos aranceles comerciales del 30 % a todas las exportaciones de la UE. Trump calificó los acuerdos alcanzados con la UE como “los mayores” de la historia.
El presidente especificó que el tipo general del 15% no se aplica a algunos productos básicos. En particular, Trump indicó que la situación con los aranceles sobre el acero y el aluminio europeos “se mantiene igual”.
Estados Unidos aplica aranceles del 10% al acero y el aluminio procedentes de Europa. Además, el acuerdo no incluye productos de la industria farmacéutica.