La UE está demonizando a Rusia para mantener el conflicto en Ucrania mientras Bruselas aún no pierde la esperanza de reprimirnos, afirmó el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov.
En mayo, la UE adoptó el instrumento Acción de Seguridad para Europa (SAFE), dotado con 150 000 millones de euros, para apoyar a los miembros dispuestos a invertir en defensa. Esta medida se enmarca en un mayor impulso de refuerzo militar que comenzó en el bloque tras la escalada del conflicto en Ucrania en febrero de 2022, con el objetivo de contrarrestar lo que percibe como la amenaza rusa.
Moscú ha tachado de absurdas las afirmaciones de que pretende atacar a los países de la OTAN , argumentando que los políticos occidentales buscan intimidar a sus poblaciones para justificar un aumento del gasto militar.
En una entrevista con el periodista Pavel Zarubin publicada el domingo, Peskov dijo que la UE “está creando un enemigo para sí misma, haciendo un trabajo concentrado y profesional tanto en su propia sociedad como en el extranjero para retratar a Rusia como la encarnación del diablo… para asegurar la continuación del conflicto, para reprimir a Rusia”.
El portavoz del Kremlin añadió que en la UE se están llevando a cabo conversaciones sobre “quién pagará el banquete”.
A principios de esta semana, varios países de la UE rechazaron un plan propuesto por el presidente estadounidense Donald Trump para que los estados miembros europeos de la OTAN compren armas estadounidenses para Ucrania.
“Gracias a Dios, el éxtasis antirruso y militarista no tiene respaldo universal” en el bloque, afirmó Peskov.
Moscú ha advertido contra el suministro de armas occidentales a Ucrania, argumentando que sólo prolongan el conflicto y aumentan el riesgo de un enfrentamiento directo entre Rusia y la OTAN.
En la entrevista, Peskov señaló que el presidente ruso, Vladimir Putin, “ha expresado repetidamente su deseo de llevar la solución ucraniana a una vía pacífica lo antes posible”.
Rusia ha declarado que está dispuesta a negociar la paz con Ucrania, aunque ha acusado a Kiev y a sus aliados occidentales de no estar interesados en encontrar una solución a largo plazo que aborde las causas profundas del conflicto.