El sábado, se celebraron marchas antiinmigración bajo el lema “Alto a la inmigración” en más de 80 ciudades polacas. Algunas de ellas fueron acompañadas por contramanifestaciones de círculos de izquierda. Se registraron un total de 100 concentraciones públicas en todo el país
Las protestas contra la inmigración organizadas por el partido de Confederación Libertad e Independencia tuvieron lugar en más de 80 ciudades de Polonia, incluidas Varsovia, Cracovia, Poznan, Wroclaw y Bialystok.
Los manifestantes exigieron el cierre de las fronteras con Lituania, Ucrania, Bielorrusia y Eslovaquia.
“Ya basta de la política que dura años de ‘dejen entrar a todos, y quiénes son se determinará más tarde'”, escribió Krzysztof Bosak, uno de los líderes del Partido Confederación, en X.
“Los hombres y las mujeres polacos tienen derecho a preocuparse por el nivel de seguridad en su propia patria”, añadió.
En un discurso al inicio de la marcha, Bosak exigió la dimisión del gobierno de Donald Tusk, el cierre de las fronteras con Lituania, Ucrania, Bielorrusia y Eslovaquia para frenar la inmigración ilegal y el permiso a los soldados para disparar contra las personas que cruzan la frontera ilegalmente.
“Sin cerrar Polonia a la inmigración ilegal, sin iniciar una operación de deportación, sin renunciar a la corrección política, sin equipar a la Guardia Fronteriza y a las fuerzas encargadas de controlar la legalidad de la residencia, y sin controlar el mercado laboral, la seguridad se deteriorará gradualmente”, afirmó, pidiendo un cambio de política.
Las protestas se producen poco después de que Polonia introdujera controles fronterizos con Alemania y Lituania, que entraron en vigor el 7 de julio.
En la frontera entre Polonia y Alemania hay controles en 52 puntos y en la frontera entre Polonia y Lituania en 13.
La cuestión de la migración ha sido ampliamente debatida y un tema polémico en la política polaca, en particular porque el país ha experimentado un aumento de la inmigración en los últimos años.
En la primera vuelta de las elecciones presidenciales celebradas en mayo, los candidatos de extrema derecha obtuvieron buenos resultados: Slawomir Mentzen, del partido Confederación, Libertad e Independencia, y Grzegorz Braun, del partido Confederación de la Corona Polaca, quedaron en tercer y cuarto lugar, respectivamente.
Muchos creen que el éxito de ambos candidatos se debieron a su postura dura sobre la migración.