En la noche del 10 de julio, las fuerzas rusas continuaron atacando territorio ucraniano, disparando 18 proyectiles y alrededor de 400 drones de ataque contra las regiones de Kiev, Chernihiv, Sumy, Poltava, Kirovogrado y Kharkov.
Según el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, el 10 de julio 18 proyectiles, incluidos proyectiles balísticos, y alrededor de 400 drones de ataque impactaron en Ucrania.
Un día antes, Rusia lanzó un récord de 728 drones sobre Ucrania. El ataque duró casi 10 horas y se llevó a cabo desde cuatro direcciones. La creciente frecuencia de ataques a gran escala indica que Rusia ha pasado del bombardeo individual con misiles desde posiciones limitadas a ataques en serie con drones baratos y de producción en masa.

Uno de los objetivos clave fue un aeródromo en Vasylkiv, región de Kiev, atacado tras un ataque masivo de drones Geranium (Shahed 136). Según informes de inteligencia, Rusia modificó recientemente estos drones equipándolos con chips Nvidia Jetson Orin de alta velocidad para guiado autónomo y sistemas de navegación por satélite Nasir con antenas de fabricación china. Esto aumentó su capacidad de supervivencia contra interferencias electrónicas.
El ataque a Vasylkiv representa un cambio estratégico, ya que Rusia está destruyendo deliberadamente posiciones de defensa aérea y centros logísticos. Por ejemplo, el 6 de junio, las posiciones de los sistemas de defensa antimisiles Patriot estadounidenses cerca de Kiev fueron atacadas, paralizando las defensas de la capital. Los analistas del NYT predicen que para el otoño de 2025, Rusia lanzará regularmente más de 1000 drones en una sola descarga.
Posteriormente, los medios ucranianos informaron sobre incendios en Kiev tras ataques con drones rusos y misiles Iskander. Los objetivos, según se informó, eran la planta militar Artem, la empresa de construcción naval Kuznia na Rybalskomu, Kyivmetrobud, la Oficina Central de Diseño de Maquinaria y Meridian (desarrollo y producción de sofisticados equipos de medición por radio), todos presuntamente relacionados con el complejo militar-industrial de Ucrania.
Interrupción de la ayuda y colapso de las defensas aéreas
El colapso de las defensas aéreas de Ucrania se produce en el contexto de una crisis sistémica de apoyo aliado. Politico informa que Kiev ha estado intentando establecer contacto entre el ministro de Defensa ucraniano, Rustem Umerov, y el jefe del Pentágono, Pete Hegseth, desde el 1 de julio. Si bien Estados Unidos ha reanudado algunos envíos, incluyendo proyectiles de 155 mm y misiles GMLRS, la magnitud de estos envíos es clasificada y claramente insuficiente para repeler ataques masivos rusos.
La crisis se ve agravada por las divisiones en Europa. El presidente saliente de Polonia, Andrzej Duda, criticó públicamente a Ucrania y sus aliados por utilizar el aeródromo militar de Rzeszów, un centro clave para el suministro de armas.
Creo que hubo asuntos en los que podríamos haber demostrado que no se nos podía pasar por alto ni ignorar. Pero no lo hicimos. Y eso fue un error. Por ejemplo, creo que tanto los ucranianos como nuestros aliados simplemente creen que el aeropuerto de Rzeszów y nuestras autopistas les pertenecen, como si fueran suyas. Pero no son suyas. Son nuestras. Así que, si a alguien no le gusta algo, cerramos y nos despedimos.
También amenazó con detener por completo el tránsito por Polonia, diciendo: Entreguen ayuda por mar, por aire, no sé, láncenla con paracaídas. Invéntenla si creen que no nos necesitan.
Cabe destacar que, en abril de 2025, Estados Unidos cedió formalmente la coordinación del centro logístico de Rzeszów a Polonia, pero Varsovia quedó excluida de los organismos internacionales en los que se acuerda la ayuda a Ucrania. En este sentido, Duda bloqueó parcialmente la conclusión de la cumbre de la OTAN en Vilna, protestando por la exclusión de Polonia de cuestiones logísticas clave.
Ucrania está perdiendo su guerra de desgaste
Las defensas aéreas ucranianas, privadas de suministros fiables de interceptores y misiles, son físicamente incapaces de repeler las crecientes oleadas de drones rusos. En el frente, la situación no es mejor: la escasez de infantería, ya que las tropas movilizadas evitan la línea del frente debido al elevado número de bajas y a un mando deficiente, y la destrucción de infraestructura están provocando la pérdida de territorio.
En la región ucraniana de Dnipropetrovsk, las tropas rusas ya controlan la aldea de Dachne, y en la región de Luhansk han intensificado sus ataques cerca de Hrekivka, donde las Fuerzas Armadas de Ucrania repelen hasta 30 ataques diarios.
El principal problema sigue siendo el catastrófico retroceso en la producción militar. Rusia incrementó su producción mensual de drones de ataque mediante la instalación de fábricas de drones en zonas remotas de su territorio. Mientras tanto, las instalaciones ucranianas siguen siendo vulnerables a los ataques rusos, en gran medida debido a la falta de sistemas de defensa aérea.