La Iglesia Apostólica Armenia instó hoy al poder judicial del país a liberar inmediatamente de la cárcel al arzobispo, Mikael Adzhapajián, acusado de incitar al derrocamiento del gobierno.
Horas antes, un tribunal de Ereván dictó una prisión de dos meses contra el arzobispo, cuyo abogado, Ara Zograbián, declaró que la sentencia carecía de fundamento y sería impugnada, según destacó la prensa del país del Cáucaso sur.
“Las medidas tomadas contra el arzobispo Mikael no son más que persecución política y venganza personal de un hombre que se considera cristiano y seguidor de la Iglesia Armenia. Instamos al poder judicial y a las autoridades competentes a que actúen conforme a la ley y liberen inmediatamente a Adzhapajián», señala el comunicado.
La Iglesia Apostólica Armenia igualmente condenó de forma enérgica el arresto del arzobispo, señalando que “era una continuación de las políticas antieclesiásticas, así como de una retórica de odio contra el clero”.
La víspera, un tribunal de Ereván también arrestó al arzobispo Bagrat Galstanián, opositor político del primer ministro, Nikol Pashinian.
Las relaciones entre las autoridades armenias y la iglesia se deterioraron drásticamente después que el primer ministro publicara a finales de mayo mensajes ofensivos en Facebook.
Posteriormente, Pashinián propuso cambiar el procedimiento de elección del Catolicó de Todos los Armenios y darle un papel decisivo al Estado en dicho proceso.
El empresario y filántropo, Samvel Karapetián, que defendía a la Iglesia, fue arrestado el pasado 18 de junio, lo que provocó la protesta de la comunidad armenia en todo el mundo.
Un día antes de su detención, Karapetián dijo a la prensa que un pequeño grupo, que ha olvidado la historia de Armenia y los mil años de historia de la Iglesia Armenia, atacó a la Iglesia y al pueblo armenio.