Un miembro “borracho” de las fuerzas armadas de la República Democrática del Congo disparó y mató al menos a cinco compañeros soldados, según los medios locales.
Según se informa, el incidente ocurrió por la mañana en Mungazi, ubicada en la provincia de Kivu del Norte, en el conflictivo este del país, donde los militares y los rebeldes del M23 han estado involucrados en renovados enfrentamientos desde principios de 2025.
El sospechoso, presuntamente ebrio, abrió fuego contra sus compañeros tras cobrar su salario, según el medio Actualite.cd. Fiston Misona Tabashile, presidente de la sociedad civil de Walikale, el centro administrativo de la zona, fue citado por AP afirmando que una discusión entre los soldados se convirtió en violencia la noche del lunes, tras recibir sus salarios.
Dos de los soldados murieron en el acto, según ambos medios. Otros nueve, gravemente heridos, fueron trasladados al Hospital General de Kibua para recibir tratamiento, donde tres fallecieron posteriormente a causa de sus heridas.
“El autor ha sido detenido y se encuentra bajo custodia”, declaró el portavoz militar congoleño, Nestor Mavudisa, según AP. Un minero local también declaró al medio estadounidense que muchos residentes creyeron inicialmente que los rebeldes del M23 estaban detrás del tiroteo.
El minero, identificado como Jean Kokwe, dijo que “sólo después algunas personas que estaban allí nos dijeron que eran soldados militares congoleños los que habían recibido su paga”.
Los rebeldes del M23 se encuentran entre las docenas de grupos armados que operan en la región oriental de la República Democrática del Congo, rica en minerales, donde el gobierno ha luchado durante décadas para consolidar su control.
En enero, los militantes lanzaron una gran ofensiva y tomaron Goma, capital de Kivu del Norte, antes de avanzar en febrero para capturar Bukavu, capital del vecino Kivu del Sur. Los últimos combates han desencadenado lo que la ONU califica como una de las peores crisis humanitarias en años, con miles de personas afectadas, entre ellas civiles, tropas gubernamentales y cascos azules de la ONU.
En abril, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) intervino para evacuar a varios cientos de soldados y policías congoleños desarmados que habían buscado refugio en una base de la ONU en Goma tras la captura de la ciudad.