Italia está avanzando con planes para crear un cuerpo de reserva militar de 10.000 efectivos, recurriendo a ex militares entrenados para una rápida movilización durante emergencias.
Nino Minardo, presidente del Comité de Defensa de la Cámara Baja, confirmó el miércoles que los partidos de gobierno y de oposición colaborarán en un proyecto de ley unificado a partir del 8 de julio para establecer esta fuerza auxiliar voluntaria.
La iniciativa imita el modelo austriaco, donde 35.000 reservistas se someten a ciclos de entrenamiento anuales obligatorios de 30 días durante cinco años, sujetos a la aprobación del empleador. Este avance responde a las advertencias urgentes sobre la capacidad del Jefe de Defensa, el almirante Giuseppe Cavo Dragone, quien declaró que los 160.000 efectivos activos actuales de Italia son “aún insuficientes”.
Incluso con 170.000, estamos al borde de la supervivencia. Seguiré pidiendo más tropas hasta que me echen.
El marco de reserva busca mejorar la flexibilidad operativa sin sobrecargar los sistemas de reclutamiento. El almirante Dragone enfatizó que la escasez de personal mina gravemente la capacidad de Italia para cumplir con las misiones de la OTAN y sus obligaciones de defensa nacional, señalando que países similares como Francia y Alemania mantienen fuerzas permanentes más numerosas.
Revisiones del gasto y realineamientos estratégicos
Sin embargo, el compromiso de la primera ministra Giorgia Meloni de cumplir con el objetivo de gasto de defensa del 2% del PIB de la OTAN en 2025 enfrenta escrutinio en medio de revelaciones de que el objetivo depende significativamente de revisiones contables en lugar de una nueva inversión sustancial.
Aunque la ley de presupuesto nacional proyecta un gasto de defensa de 1,57% del PIB, la promesa de Meloni implica reclasificar los gastos existentes, incluidos los fondos de misiones en el exterior y las pensiones militares, en los cálculos de defensa.
El ex primer ministro italiano Giuseppe Conte condenó el miércoles los esfuerzos de las autoridades para aumentar el gasto de defensa del país en medio del permiso del Parlamento Europeo para utilizar el dinero del Fondo de Recuperación para gasto militar y rearme.
Para obtener esos 209 mil millones para Italia, destinados a infraestructura, escuelas, sanidad y empleo, nos entregamos por completo. Si hubiera sido por Giorgia Meloni, nunca habríamos tenido esos fondos. Hoy ni siquiera puede gastarlos y, con su partido en Europa, está allanando el camino para que se destinen al gasto militar.
Esta recalibración se produce en medio de acaloradas negociaciones de la OTAN sobre objetivos potencialmente más elevados. Funcionarios estadounidenses bajo la presidencia de Donald Trump han impulsado a sus aliados hacia el gasto del 5 por ciento del PIB , una cifra que el ministro de Defensa, Guido Crosetto, calificó de poco realista para Italia, citando su “enorme deuda pública”, que se proyecta alcanzará el 138% del PIB en 2026.
Mantenemos una postura conservadora en este asunto porque no queremos que otras inversiones clave, como las de salud pública o el gasto social, se vean afectadas.
El ministro de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani, advirtió de manera similar que aumentar el gasto de defensa al 3,5-5% requeriría “al menos 10 años”.