La Comisión Europea dio a conocer el martes una serie de medidas que espera reduzcan la burocracia en el sector de defensa y le permitan empezar a aumentar significativamente la producción.
El llamado Plan Ómnibus de Simplificación incluye medidas para agilizar la concesión de permisos a las empresas de defensa, facilitar el movimiento transfronterizo a través de la cadena de suministro, así como orientación para mejorar el acceso a la financiación y a las sustancias químicas peligrosas.
Esto ocurre tres meses después de la publicación del plan ‘Readiness 2030’ para aumentar la producción y el despliegue de capacidades militares críticas que la UE necesita para 2030, cuando las agencias de inteligencia creen que Rusia podría estar en condiciones de atacar a otro país europeo.
La propuesta prevé inyectar hasta 800.000 millones de euros en el sector en los próximos cuatro años mediante normas fiscales relajadas y préstamos de la Comisión procedentes de dinero recaudado en los mercados.
“Sin embargo, el dinero por sí solo no es suficiente si la burocracia tradicional, que quizá sea adecuada para tiempos de paz, acabará con los esfuerzos industriales para aumentar la producción”, dijo Andrius Kubilius, comisario de Defensa y del Espacio, a los periodistas en una rueda de prensa el martes.
“Ahora necesitamos reglas que den a la industria, a las fuerzas armadas y a los inversores velocidad, previsibilidad y escala”, añadió.
Permisos de vía rápida
Una de las propuestas emblemáticas del último paquete es que los Estados miembros creen un punto de contacto único para que las empresas de defensa presenten solicitudes de permisos, y se insta a las autoridades a responder en un plazo de 60 días.
En la actualidad, las empresas de defensa pueden tardar hasta tres o cuatro años en obtener los diversos permisos que necesitan para ampliar sus operaciones, y los trámites necesarios, como las evaluaciones de impacto ambiental, difieren de una agencia a otra.
Las ONG ambientalistas, entre otros grupos ciudadanos, podrían tener problemas con este enfoque acelerado. “Lo que también indicamos es que, siempre que haya litigios o reclamaciones posteriores, ya sean administrativos o judiciales, también deben tratarse con prioridad conforme a la ley”, declaró el funcionario de la Comisión al ser preguntado sobre posibles impugnaciones legales.
Otro punto clave de la propuesta es modificar la Directiva sobre Adquisiciones de Defensa (para facilitar las adquisiciones conjuntas) y la Directiva sobre transferencias intracomunitarias de productos de defensa.
Para este último, la Comisión pretende crear una licencia única y específica que permita que los componentes necesarios para la producción de un proyecto de inversión en defensa crucen las fronteras tantas veces como sea necesario sin tener que solicitar una nueva licencia cada vez, un proceso que actualmente puede retrasar los proyectos hasta un año y medio.
Estas “soluciones rápidas”, dijo el funcionario de la Comisión, pueden “ahorrar mucho tiempo”.
La “rapidez” con la que se adopten dependerá, sin embargo, de los legisladores europeos y de los Estados miembros, que tendrán que negociar y aprobar las enmiendas, así como la nueva legislación prevista en el paquete.
Acceso a productos químicos y financiación
Otros elementos buscan aclarar qué derogaciones ambientales y de salud y seguridad se pueden aplicar al sector de defensa y en qué partes del sector los inversores pueden invertir dinero de manera segura respetando las normas ambientales, sociales y de gobernanza (ASG) del bloque.
Las sustancias químicas son un componente fundamental de la producción de armas, especialmente de municiones. Sin embargo, el uso de muchas de ellas está restringido en la UE por la legislación REACH para proteger la salud humana y el medio ambiente de los riesgos que conllevan. La UE también está examinando una propuesta para restringir aún más el uso de PFAS (sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas) en sectores específicos.
Como tal, los Estados miembros tienen diferentes normas sobre su uso dependiendo del tipo de sustancia, el propósito de fabricación y la cantidad requerida, y las licencias a menudo se otorgan caso por caso.
Por lo tanto, las próximas directrices de la Comisión tendrán como objetivo destacar que REACH incluye una excepción que permitiría a los Estados miembros aprobar, a nivel nacional, el uso de ciertas sustancias químicas alegando la necesidad de impulsar la producción o las actividades de preparación para la defensa.
Esta fue una petición fundamental de la industria.
“Si tuviéramos que reemplazar estas sustancias inmediatamente, no tendríamos forma de fabricarlas”, declaró la semana pasada a Euronews Micael Johansson, director ejecutivo de la empresa sueca aeroespacial y de defensa Saab y presidente de la Asociación de Industrias Aeroespaciales, de Seguridad y de Defensa de Europa (ASD).
“Tenemos que tomar decisiones sobre lo que es más importante ahora para la industria manufacturera, así que tal vez necesitemos algún tipo de exención en esta situación de crisis en la que tenemos que construir cosas”, añadió.
Otro conjunto de directrices buscará tranquilizar a las instituciones financieras de que no serán penalizadas por invertir dinero en el sector, aclarando que “el marco de finanzas sostenibles de la Unión no impone ninguna limitación a la financiación del sector de defensa”, dijo a los periodistas Valdis Dombrovskis, Comisario de Comercio.
Las directrices indicarán que las inversiones en defensa “pueden contribuir a la estabilidad, la seguridad y la paz en Europa”, dijo el funcionario, hablando bajo condición de anonimato, y que sólo las armas prohibidas están estrictamente fuera de los límites.
La Comisión espera que “el ahorro en costes derivado de la simplificación de los procedimientos sea importante”, dijo también el funcionario, aunque no se espera que se publique una estimación hasta más adelante en el verano.