Se dice que un donante danés, que sin saberlo portaba una mutación en un gen que aumenta el riesgo de cáncer, ayudó a concebir al menos 67 niños, 10 de los cuales ahora tienen cáncer.
La disparidad de leyes sobre donantes de esperma en Europa ha sido puesta en duda después de que se dijera que un donante de esperma danés con una mutación cancerosa hereditaria ayudó a concebir al menos 67 niños en toda Europa, la mayoría en Bélgica.
El Banco Europeo de Esperma (ESB) supuestamente utilizó gametos de un donante danés que, sin saberlo, era portador de una rara variación del gen TP53 que aumenta el riesgo de cáncer precoz.
De los 67 niños que ayudó a concebir, 23 son portadores de la variante y 10 de ellos han desarrollado cáncer.
El caso fue revelado a finales de mayo por la doctora Edwige Kasper, bióloga del Hospital Universitario de Rouen, en una reunión de la Sociedad Europea de Genética Humana en Milán.
“Se trata de un síndrome llamado síndrome de Li-Fraumeni, que puede dar lugar a múltiples cánceres de amplio espectro, por lo que los niños portadores de esta variante deben ser vigilados muy de cerca”, explicó a Euronews el especialista en predisposiciones hereditarias al cáncer.
De los 10 niños que han desarrollado algún tipo de cáncer, el médico cuenta cuatro hemopatías, cuatro tumores cerebrales y dos tipos de sarcoma que afectan a los músculos.
El caso ha puesto de relieve las deficiencias de las políticas de donación de esperma en toda Europa.
Si bien la mayoría de los países europeos limitan el número de hijos engendrados por un solo donante, o el número de familias que pueden recibir ayuda de un solo donante, no existe ningún límite a nivel internacional o europeo.
Las condiciones en torno al anonimato también varían de un país a otro.
“Terminaremos con una propagación anormal de una patología genética, ya que el banco de esperma involucrado en este caso ha establecido un límite de 75 familias del donante. Otros bancos de esperma no han establecido ese límite”, explicó Kasper.
Aunque los donantes están sujetos a exámenes médicos y pruebas genéticas, “no existe una preselección perfecta”, explicó Ayo Wahlberg, investigador y miembro del Consejo Danés de Ética.
La tecnología avanza a un ritmo vertiginoso. Las tecnologías de pruebas genéticas y sus costos están disminuyendo tan rápidamente que, si comparamos hace 10 o 15 años con la actualidad en términos de reclutamiento y los tipos de pruebas genéticas que se pueden realizar como parte del proceso de cribado, mucho ha cambiado, explicó el profesor.
Límites nacionales
Las normas que rigen la donación de esperma varían de un país europeo a otro. El número máximo de hijos de un mismo donante varía entre 15 en Alemania y uno en Chipre.
Otros países prefieren limitar el número de familias que pueden recurrir al mismo donante para darles la oportunidad de tener hermanos. Por ejemplo, un mismo donante puede ayudar a 12 familias en Dinamarca y a seis familias en Suecia o Bélgica.
Además, las donaciones se mantienen anónimas en países como Francia y Grecia.
En otros Estados miembros, como Austria, la persona nacida de una donación de gametos puede tener acceso a la identidad de sus padres.
En Alemania y Bulgaria, las donaciones pueden ser anónimas o no, dependiendo de las circunstancias.
En los Países Bajos, el proceso no es anónimo.
Un marco europeo
Los Consejos Nacionales de Ética Médica de Dinamarca, Suecia, Finlandia y Noruega expresaron su preocupación por la falta de regulación a nivel internacional y europeo, afirmando que aumenta el riesgo de propagación de enfermedades genéticas y de consanguinidad.
“El riesgo de que una enfermedad genética se propague sin que se sepamos es mucho más amplio (con un gran número de descendencia) que si el número (de descendencia) hubiera sido menor”, dijo Wahlberg.
“Por lo tanto, el primer paso es establecer o introducir un límite de familias por donante. El segundo paso es crear un registro nacional. Y el tercer paso es, por supuesto, contar con un registro europeo basado en los registros nacionales”, declaró a Euronews Sven-Erik Söder, presidente del Consejo Nacional Sueco de Ética Médica.
En la era de las redes sociales y las pruebas de ADN exhaustivas, el anonimato de los donantes ya no puede garantizarse al 100%, lo que algunos han argumentado que podría disuadir a las personas de donar.
Cuando se le preguntó si la introducción de regulaciones podría llevar a una escasez de donaciones de esperma, Söder dijo que la solución no es la ausencia de restricciones, sino más bien alentar a las personas a donar