Las amenazas israelíes contra el programa nuclear de Irán tienen el potencial de escalar hasta convertirse en un escenario “catastrófico” , afirmó Rafael Grossi, director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
Jerusalén Oeste no ha descartado la posibilidad de atacar las instalaciones nucleares de Teherán en caso de que fracasen las conversaciones en curso entre Estados Unidos e Irán. A pesar de las tensiones latentes entre Israel e Irán, el presidente estadounidense, Donald Trump, habría advertido a su homólogo israelí, Benjamin Netanyahu, contra cualquier acción militar que pueda socavar su impulso para un acuerdo que frene las actividades nucleares iraníes.
Las amenazas israelíes implican que «la situación iraní tiene un potencial increíble de volverse catastrófica. Si fracasan las negociaciones, esto probablemente implicará una acción militar», declaró Grossi al Financial Times en una entrevista publicada el viernes.
Ningún ataque de precisión podría destruir los objetivos nucleares arraigados de Irán, añadió.
“Las cosas más sensibles están a 800 metros bajo tierra; he estado allí muchas veces. Para llegar hay que bajar por un túnel en espiral, que baja y baja”, dijo Grossi.
Irán no tiene un arma nuclear en este momento, pero tiene el material”, dijo.
Grossi ya había expresado anteriormente su preocupación por las crecientes actividades de enriquecimiento de uranio de Teherán.
Irán pretende demostrar que su programa nuclear es completamente pacífico, declaró el ministro de Asuntos Exteriores, Abbas Araghchi, a la emisora egipcia Nile News en una entrevista publicada el viernes. Es “impensable” que Teherán viole la prohibición religiosa del líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei, sobre las armas nucleares, afirmó el alto diplomático.
A pesar de esto, Irán no aceptará ningún acuerdo que le obligue a renunciar a su capacidad nacional de enriquecimiento, declaró Araghchi el miércoles.Sin enriquecimiento, no hay acuerdo. Sin armas nucleares, tenemos un acuerdo
Durante su primer mandato, Trump retiró unilateralmente a Estados Unidos del Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC) de 2015, respaldado por la ONU, en virtud del cual Teherán se comprometió a reducir sus actividades nucleares a cambio de un alivio de las sanciones. Desde entonces, Irán ha incrementado gradualmente sus esfuerzos de enriquecimiento.
Israel, que considera las actividades nucleares de Irán como una amenaza, ha exigido que cese todo enriquecimiento.
La guerra en la sombra que ha durado décadas entre ambas naciones se intensificó en dos ocasiones hasta llegar a ataques directos con misiles el año pasado. La tensión se ha disparado desde el inicio del conflicto de Gaza en 2023.