El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva destinada a aliviar significativamente las restricciones a los drones estadounidenses y reforzar su exportación al exterior, mientras la industria enfrenta una dura competencia de China.
La orden de Trump ordena a la Administración Federal de Aviación (FAA) apresurar una nueva norma que permita a los operadores de drones volar aeronaves no tripuladas más allá de su línea de visión, tanto para misiones comerciales como de seguridad pública, y ordena al administrador de la agencia implementar IA para acelerar las revisiones de exenciones de drones.
Además, busca fortalecer la industria estadounidense de fabricación de drones “promoviendo su exportación y tomando medidas para garantizar que nuestra tecnología permanezca segura frente a la influencia y explotación extranjeras indebidas”, dijo la Casa Blanca en una declaración adjunta.
El gran peso que pesa sobre la acción del presidente es China, que ha desarrollado una industria nacional expansiva de drones que ha dominado en gran medida el mercado internacional.
La acción también exige el establecimiento de un programa piloto de integración de despegue y aterrizaje verticales eléctricos “para acelerar el despliegue de operaciones verticales seguras y legales en los Estados Unidos, seleccionando al menos cinco proyectos piloto para avanzar en aplicaciones como el transporte de carga y la respuesta médica”, dijo la Casa Blanca.
La orden fue una de las cuatro firmadas por Trump a puertas cerradas.
Otra orden exige la eliminación de la prohibición de volar aviones supersónicos sobre tierra y solicita a las autoridades que, en su lugar, “establezcan una norma provisional de certificación basada en el ruido”. La orden señala “décadas de regulaciones asfixiantes” que, según la Casa Blanca, se están deshaciendo “para que las empresas estadounidenses puedan volver a dominar los vuelos supersónicos”.
“La Orden promueve la coordinación de los esfuerzos de investigación, desarrollo, prueba y evaluación supersónicos a través del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología con el liderazgo de la Oficina de Política Científica y Tecnológica”, dijo la Casa Blanca.
Las otras dos órdenes buscan reforzar la ciberseguridad de Estados Unidos y garantizar la soberanía del espacio aéreo estadounidense.