Autoridades monetarias exponen hoy un posible impacto de unos 860 millones de dólares anuales para Guatemala, de avanzar la implementación del impuesto del 3,5 por ciento a las remesas desde Estados Unidos.
Ello equivale al 0,5 por ciento del producto interno bruto del país, subrayaron el presidente del Banco Central, Álvaro González Ricci, y el gerente económico de esa entidad, Johny Gramajo Marroquín, citados por el diario local Prensa Libre.
Para los efectos macroeconómicos no sería sustancial, aseguraron, mientras advirtieron sobre el social, pues resulta el único ingreso en el caso del 30 por ciento de los beneficiarios de las transferencias.
Hasta el pasado 22 llegaron a esta nación nueve mil 233,4 millones dólares por este concepto, un crecimiento del 16 por ciento en comparación con igual etapa del año anterior, informaron los expertos.
El presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, envió la semana pasada una carta a la Cámara de Representantes de Estados Unidos por el posible impuesto a las remesas familiares.
En relación a la misiva, el mandatario detalló luego que agravaría aún más las ramificaciones sociales combatidas día a día por su Gobierno, como la pobreza, lucha contra el crimen organizado, narcotráfico y la migración irregular.
El abanderado del partido Movimiento Semilla amplió que entienden los esfuerzos de la actual gestión de Estados Unidos en el Congreso para promover el desarrollo de su economía, el empleo local y aumentar la recaudación fiscal.
Sin embargo, precisó que ese gravamen tendría un impacto negativo en los hogares, empresas y comunidades que expulsan migrantes.
En 2024, la tierra del quetzal reportó un ingreso por este concepto de 21 mil 510 millones, récord que las proyecciones revisadas recientemente para cierre de diciembre venidero, indican se rompería con 23 mil 400.