La coalición gobernante de centroderecha Alianza Democrática (AD/PSD-CDS) siguió siendo la fuerza política más fuerte en Portugal, con el 32% de los votos obtenidos en las elecciones generales del domingo.
Con el 99% de los votos escrutados, el partido de ultraderecha Chega, que obtuvo el 22,56%, se ha convertido prácticamente en el segundo partido más fuerte del país, acercándose al Partido Socialista (PS), que obtuvo el 23,38% de los votos. Ambos partidos tendrán el mismo número de escaños en el nuevo parlamento: 58.
Sin una mayoría de escaños, la Alianza Democrática, liderada por el Partido Socialdemócrata, puede intentar conseguir el apoyo de partidos más pequeños, algo que actualmente se considera improbable, o asumir el cargo como un gobierno minoritario, como hizo durante su anterior legislatura. Esto la deja a merced de que los partidos de la oposición se unan para derrocarla, como ocurrió hace dos meses.
Las elecciones del domingo fueron provocadas por el voto de confianza del Parlamento portugués, que ordenó la dimisión del ejecutivo minoritario del PSD/CDS-PP un año y un día después de la victoria de la coalición AD/PSD-CDS en las elecciones legislativas anticipadas de marzo de 2024.
La votación se produjo después de dos mociones de censura, a las que sobrevivió el primer ministro Luís Montenegro, solicitadas por Chega y el PCP tras la polémica que involucra a Montenegro y la empresa familiar Spinumviva.
El caso planteó dudas sobre el cumplimiento del régimen de incompatibilidades e impedimentos para los titulares de cargos públicos y políticos.
Inestabilidad política
La votación profundiza la incertidumbre política justo cuando Portugal está considerando invertir más de 22.000 millones de euros de fondos de desarrollo de la UE.
El descontento de los votantes con el regreso a las urnas podría beneficiar al partido de extrema derecha Chega (Basta), que se ha alimentado de la frustración con los dos partidos tradicionales.
Portugal se ha visto atrapado en la creciente marea europea de populismo, con Chega ascendiendo al tercer lugar en las elecciones del año pasado.
El gobierno, liderado por los socialdemócratas en alianza con un partido más pequeño, cayó en medio de una controversia centrada en posibles conflictos de intereses en los negocios del bufete de abogados familiar de Montenegro.
Montenegro, que se presenta a la reelección, ha negado haber actuado mal.
Dijo que dejó el control de la empresa a su esposa e hijos cuando se convirtió en líder del PSD en 2022 y no ha estado involucrado en su gestión.
Los socialistas exigieron una investigación parlamentaria sobre la conducta de Montenegro.
Los socialdemócratas esperan que el crecimiento económico estimado en un 1,9% el año pasado, en comparación con el 0,8% de media de la UE, y una tasa de desempleo del 6,4%, aproximadamente el promedio de la UE, mantengan estable su apoyo.
El presidente portugués instó a los votantes a participar activamente en las terceras elecciones generales del país en tres años, diciendo que el continente enfrenta duros desafíos a su seguridad y economía que requieren estabilidad política.